Paul Verhoeven es el director de algunas de las mejores sátiras distópicas de los últimos 40 años en el cine. Si Robocop fue una obra que nos mostraba con crueldad el mal personificado del corporativismo envuelto en sci-fi, con Starship Troopers lograba la sátira bélica definitiva. La gran crítica a los totalitarismos con el espacio como telón de fondo. De hecho, su comienzo no podía ser más espectacular, pura propaganda bélica que muy pocos entendieron en su estreno. Esta fue su historia.

Contaba hace varios años Verhoeven con motivo del aniversario de Starship Troopers (1997) que el film se inició con una historia inspirada en el guion de Edward Neumeier que se llamaba Bug Hunt Troopers. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que el director y su equipo vieron que lo que tenían entre manos se parecía mucho a una novela de ficción ya existente bajo el título que lleva la peli. ¿Qué hicieron? No se anduvieron con rodeos, compraron los derechos del libro y aproximaron el trabajo que ya tenían para seguir en paralelo con la novela.

Como ocurre con muchas obras de culto, no tuvo el estreno soñado. De hecho, y hoy resulta bastante incomprensible, ni siquiera se entendió por parte de la crítica especializada la ironía y gruesa sátira del director. 

Starship Troopers nos trasladaba hasta un futuro en el que la Federación Terran de la Tierra está unida en un odio militarista y fascista hacia una raza alienígena parecida a insectos con la que están en guerra abierta. Verhoeven lo calculó todo, comenzando por el casting. Eligió como protagonistas a los jóvenes Casper Van Dien, Dina Meyer y Denise Richards en un guiño a las películas de propaganda nazi de Leni Riefenstahl y su descripción de la floreciente juventud aria de mandíbula cuadrada. 

De hecho, la película arranca con, posiblemente, el mejor anuncio en forma de sátira que jamás se haya realizado dentro de una película: se presentan una serie de clips de propaganda totalitaria, anuncios disfrazados de informes de noticias sobre las últimas (y aplastantes) victorias humanas.

Veamos la “maravillosa” secuencia: 

Como decíamos, las escenas publicitarias son algunos de los momentos más memorables y cómicos del film, pero los anuncios en sí en realidad tenían un significado adicional para la obra en su conjunto, en particular, el mensaje antifascista de la película que tanto costó entender cuando se estrenó en los cines.

Tal y como el director hizo en RoboCop y Total Recall, con Starship Troopers también se incluyen estos anuncios falsos que contribuyen a la construcción de los escenarios distópicos futuristas, ayudando a transmitir el lado oscuro de las sociedades que representan. En el caso de esta última, Verhoeven hace uso de la sátira para criticar un aspecto de la cultura estadounidense, ese colonialismo-patriotismo (y finalmente, militarismo) representado en los anuncios de reclutamiento que muestran a personal militar ridículamente entusiasta, de hecho, algunos mueren de forma horrible mientras se enfrentan a la especie alienígena.

Esta escena no solo fue incomprendida en el estreno del film. A Verhoeven le llamaron de todo por “incentivar” totalitarismos y “fomentar ideas profascistas” tras estos anuncios.

Tuvo que pasar un tiempo para que se supiera la verdad. Y es que, la idea de estos fabulosos anuncios no salió del propio director, Verhoeven la copió directamente de la propaganda nazi.

Tal y como le explicó hace años al diario The Guardian, esos soldados dirigiéndose a la cámara diciendo “I’m doing my part” es una adaptación, plano a plano, de la película de propaganda nazi de Leni Riefenstahl, Triumph of the Will, en particular, el momento donde se presentaba una manifestación al aire libre de la fuerza laboral alemana militarizada y adoctrinada, el Reichsarbeitsdienst.

Veamos un segmento de la infame película:

Además, en otra entrevista, en este caso a Entertainment Weekly en 1997, el director añadía que el propósito de las imágenes nazis de la película era animar a los espectadores a preguntarse lo heroicos y admirables que son realmente estos personajes.

Es posible, como se ha dicho pasado el tiempo, que la “alegre” inclusión de los niños en ese ambiente bélico sin sentido de los anuncios, fuera parte fundamental del rechazo inicial que tuvo el film. En cualquier caso, Verhoeven también ha recordado que en ningún momento los críos resultan heridos, y que si salían en los comerciales era para mostrar que, efectivamente y como sátira, algún día también estarían implicados y serían reclutados.

3 respuestas a «Cómo Paul Verhoeven copió a los nazis para rodar el mejor anuncio dentro de un film: el alistamiento distópico de Starship Troopers»

  1. No se parece en nada, no inventes

  2. […] ocupará un lugar muy especial, no puedo evitar sentir predilección por Starship Troopers y ese comienzo arrebatador con una serie de anuncios disfrazados de noticias y victorias humanas que, en realidad, no eran […]

  3. […] En RoboCop se juntaron muchos de los mejores profesionales de la época. Por un lado, el director, Paul Verhoeven, dispuesto a llegar donde nadie lo había hecho antes. Por otro, el legendario director de […]

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