Åland, el archipiélago sueco de Finlandia, la frontera más absurda de la Tierra, y el champán más caro del mundo

Justo a la entrada del Golfo de Botnia, a medio camino entre Suecia y Finlandia hay un archipiélago que pertenece a los segundos pero donde únicamente se habla el idioma de los primeros. A pesar de contar con poco más de 30,000 habitantes, el territorio tiene su propio parlamento, bandera, fiscalidad y leyes, que se aplican sobre las más de 6700 islas que lo componen. Åland es un lugar muy peculiar dentro del orden político europeo e internacional, y lo es debido a su historia y a su geografía, que incluye la frontera más absurda del planeta. Y además allí se vendió el champán más caro (y más antiguo) del mundo. Así que aprovechando una visita a Estocolmo fui allí para ver si seguía en su sitio.

Mapa del archipiélago de Åland (Proyecto Viajero)

La forma más habitual de llegar a Åland es en barco. Hay un aeropuerto en Mariehamn, la capital y ciudad más grande del archipiélago, pero apenas recibe 2.000 pasajeros al mes de media. En el ferry en el que llegamos nosotros probablemente había más gente. Habíamos salido de Estocolmo un par de horas antes de que nuestro buque, el Eckerö Linjen, zarpara desde el pequeño puerto de Grisselham, a unos 130 km de la capital sueca. Los ferris que unen Åland con Suecia y Finlandia tienen una característica muy particular y también muy popular: su tienda libre de impuestos. El archipiélago tiene una fiscalidad propia, resultado de su historia del último siglo y pico, que es lo que os voy a explicar con mi concisión habitual en el siguiente par de párrafos.

Desayuno con banderas

Åland, que para vuestra información se pronuncia algo así como Ooland, fue conquistado por Suecia en el siglo XVI, y permanecería como territorio sueco (al igual que toda la actual Finlandia) hasta 1808, cuando tras perder varias guerras con los rusos Suecia firmó el Tratado de Frederikshamm, por el que cedía Finlandia a los zares, y con ella también el archipiélago (que, si miráis un mapa, está a tiro de piedra para invadir Estocolmo). Así permaneció la cosa hasta que en 1917, y aprovechando que en Rusia estaban liados con un asuntillo, Finlandia proclamó su independencia, que fue rápidamente reconocida tanto por Rusia como por el resto de beligerantes en la I Guerra Mundial. Y con ella, también se independizó Åland.

La matrícula local es una de las más raras de Europa; sólo Mónaco, San Marino, Liechtenstein y Gibraltar tienen menos vehículos matriculados. El archipiélago también tiene su propio dominio de Internet geográfico: .ax

Aproximadamente mes y medio después de la independencia Finlandia se sumió en una guerra civil que dejó cuarenta mil muertos. Åland fue ocupado por los suecos y los alemanes para evitar que Rusia hiciera lo propio, y tras el final de la I Guerra Mundial en noviembre de 1918 se planteó entonces la cuestión de qué hacer con el archipiélago, poblado casi en un 100% por suecos, pero cedido a Rusia junto con Finlandia un siglo y pico atrás. Los locales querían regresar al abrazo protector de Estocolmo, pero el gobierno finés vencedor de la guerra civil no estaba por la labor. Tropas suecas se habían instalado unilateralmente en las islas como fuerza de paz durante la guerra civil, pero lo cierto es que el gobierno de Suecia no tenía demasiado interés en iniciar una guerra. así que la cosa llegó finalmente a la Liga de las Naciones, que no es una competición de fútbol sino un organismo internacional directamente predecesor de la ONU. Allí, Finlandia consiguió una victoria diplomática espectacular al obtener el apoyo de buena parte de los países con peso en la organización, y las Islas Åland fueron declaradas definitivamente finesas. A cambio, Helsinki tenía que garantizar la desmilitarización del archipiélago (para que Suecia pudiera dormir tranquila) y los derechos de los isleños a usar su lengua y su cultura sin restricciones. Así que se firmó la Convención de Åland, que sigue siendo vigente hoy día

Banderas de Suecia, FInlandia y Åland en un edificio público de la capital del archipiélago

Así pues, Åland es hoy una provincia autónoma dentro de Finlandia que se encarga de todo el gobierno local excepto las relaciones internacionales. Cuando en 1994 Finlandia votó unirse a la Unión Europea, el archipiélago celebró su propio referéndum, en el que el acceso a la UE obtuvo aún más apoyo que en el continente. A cambio, las islas obtuvieron una amplísima autonomía fiscal, lo que permite que, volviendo a nuestro ferry de hace tres párrafos, comprar alcohol en las islas o en cualquier medio de transporte que llegue a ellas sea notoriamente más barato que hacerlo en Suecia, donde el alcohol sólo se puede comprar, a precios astronómicos, en tiendas de concesión estatal llamadas Systembolaget. Así que nuestro ferry estaba lleno de suecos felices de pasar el día comprando vodka y cervezas a precios asequibles; tan felices que ni siquiera se bajaron al llegar a Eckerö, sino que se se quedaron en el barco bebiendo, comiendo y cantando mientras el barco hacía el recorrido entre las islas y la Suecia continental una y otra vez. Cuando regresamos al barco ocho horas más tarde, allí seguían los mismos suecos, tremendamente achispados cuando no ciegos como piojos, cantando y bailando como si estuvieran en un crucero caribeño. Nos unimos, claro. Somos españoles. El ruido es nuestro ambiente natural.

Típica señal de distancia que siempre aparece en los lugares más insospechados apuntando a cualquier lugar que esté realmente a tomar viento de allí

Pasamos el día en la capital del archipiélago, Mariehamm, y sus alrededores. Siendo honestos, tampoco hay mucho que ver por allí, o al menos no un soleado sábado de abril. Mariehamm es un pueblo grande (once mil habitantes) con restaurantes sobre el mar que abren en temporada alta, una zona comercial y una biblioteca pública bastante apañada con libros en todos los idiomas más hablados de Europa. Los ålandeses (en teoría debería pronunciarse Olandeses, pero ese gentilicio ya está pillado) son gente afable, indistinguibles de los suecos o de los fineses para cualquiera que no viva por allí. No hay banderas de Suecia o de Finlandia en los edificios públicos, salvo que estén las dos a la vez; en casi todas partes únicamente cuelga la bandera local, que es como la de Islandia pero con más dorado; en mi opinión vexilológica fundada en básicamente nada, es la más bonita de las banderas nórdicas.

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Barrio portuario de Åland, cerrado, como absolutamente todo, por estar fuera de temporada

Después de visitar la capital condujimos hacia el sur de Fasta Åland para recorrer sus carreteras y sus puentes interislas, de los que hay más de treinta en el archipiélago. En mitad de la más secreta de las nadas encontramos una cafetería increíblemente cuqui que podía haber estado tranquilamente en mitad del Barrio Latino de París o en la Plaza de la Villa de Gracia en Barcelona, pero estaba en medio del campo. Finlandia usa el euro así que es más fácil percibir los atracos, sin embargo la localización tan excepcional y agradable del sitio hizo que los cuatro euros y pico por café no parecieran un robo a mano armada.

Cervezas con banderas, lo mejor de dos mundos diferentes

Hablábamos de islas, así que voy a desvelar el primero de los dos evidentes clickbaits del título de este artículo. Åland está compuesto por unas seis mil islas, de las cuales poco más del 1% están habitadas. Muchas son poco más que escollos que apenas sobresalen del Mar Báltico y no tienen ni nombre. La finlandesidad del archipiélago otorga a los pescadores fineses un buen puñado de kilómetros cuadrados más donde echar las redes para capturar arenques y espadines, así que la delimitación de las zonas de pesca respectivas para cada país es importante. Y ahí es donde aparece la isla de Märket. Está situada a unos 23 kilómetros de las islas habitadas de Åland, y a una distancia muy semejante de la costa de Suecia. Así que cuando Rusia y Suecia firmaron el tratado de Frederikshamm que mencionamos más arriba, comprobaron que quedaba justo en el medio y dijeron que ni pa ti ni pa mi, y se la dividieron, convirtiéndola en la isla binacional más pequeña del mundo.

Mapa de la isla de Märket y la frontera sobre ella (Reddit)

En realidad la frontera en la isla nunca fue delimitada porque a quien le importaba un peñasco muerto de aburrimiento en mitad de un mar helado. Bueno, a alguien sí le importaba. A los pescadores. En 1885 Finlandia, por entonces aún parte de Rusia, construyó un faro en el punto más alto de la isla para evitar naufragios, sin preocuparse de una frontera que a efectos prácticos no existía. Pero claro, a los suecos no se les pueden tocar los arenques, que necesitan para producir los alimentos más repugnantes conocidos por el ser humano, así que cuando se comprobó, décadas más tarde, que Finlandia había construido el faro en el lado sueco de la isla, hubo que refronterizar aquello para no tener que mover ni un centímetro las zonas de pesca. Asi que un par de agrimensores de cada país agarraron los bártulos y dibujaron una línea zigzagueante sobre el pedrusco, que sigue vigente hoy en día. Cada 25 años mueven las pequeñas losas de hormigón blanco que indican cada requiebro del límite, porque la isla no para de crecer debido al rebote isostático.

Trazado de la frontera sobre la isla de Märket

Después de nuestro café meridional nos fuimos a visitar un par de lugares aproximadamente turísticos del archipiélago. El primero de ellos los restos de la Fortaleza de Bomarsund, comenzada a construir en 1832 por Rusia, y demolida 22 años más tarde por una flota anglofrancesa que invadió las islas en el contexto de la Guerra de Crimea. El siguiente, el castillo de Kastleholm; en sueco Kastleholm significa «castillo de la isla», y como su propio nombre no indica, ni es un castillo, ni está en una isla diferente al resto del paisaje circundante. Yo creo que lo hacen por despistar, imagina que eres un comandante ruso y te dicen que tomes el castillo de la isla y te encuentras un caserío grandote en una pequeña península. Pues sigues camino, claro, qué vas a hacer.

Lo que queda de la Fortaleza de Bomarsund. Que honestamente no es mucho
Castillo de Kastleholm. Castillo porque lo dicen ellos, porque vamos. Ahí ni almenas, ni torreones, ni nada. Es un chalé adosado con ínfulas

Así que después de recorrer con el coche unos 150 kilómetros a lo largo del día nos volvimos al puerto de Eckerö, donde el último ferry de regreso nos esperaba para depositarnos en la estepa sueca, por la que habríamos de conducir esquivando ciervos durante un par de horas. No compramos licores para llevar (las leyes suecas exigen pasar al menos doce horas en Åland para poder saquear el Duty Free), pero el ambiente alcohólico reinante en el trayecto de vuelta me sirve para desvelar el segundo clickbait del título. El champán más viejo y más caro del mundo. En 2010 unos buceadores encontraron una goleta hundida frente a las costas de Föglö, al sureste del archipiélago. En el pecio hallaron 145 botellas de champán, que llevaban a 45 metros de profundidad desde 1840, cuando se hundió el buque que las transportaba. Unas cuantas docenas de las botellas descubiertas pertenecían a una compañía aún existente, Veuve Cliquot, que envió a sus expertos para evaluar el botín. «Picante y tostado en nariz, con matices de café, y un sabor agradable con notas florales y de lima», fue la descripción que hizo del brebaje uno de los enviados franceses al archipiélago durante una conferencia de prensa.

Las botellas, cuando fueron encontradas en el fondo del mar (BBC)

El caso es que el gobierno de Åland decidió usar el hallazgo como una herramienta publicitaria para poner a las islas en el mapa y, con la colaboración entusiasta de la bodega francesa, organizó la subasta de las dos primeras botellas un año después. Fue un éxito tanto económico como publicitario; una botella se vendió por 24.000 euros y la otra por 30.000, a un restaurante ruso en Singapur. En 2012 se vendieron otras diez, por 109.000 euros, y fue la última ocasión en la que alguien quiso comprar el champán de Åland. No fue hasta 2018 cuando Veuve Cliquot realizó un análisis químico de varias botellas y resultó que eran imbebibles. Pero para entonces el archipiélago ya se había hecho un pequeñísimo hueco en el imaginario global para atraer a turistas como nosotros, que quisieran visitar una de las anomalías geopolíticas más desconocidas de Europa.

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6 respuestas a “Åland, el archipiélago sueco de Finlandia, la frontera más absurda de la Tierra, y el champán más caro del mundo

  1. Matias ND 11-diciembre-2023 / 4:15 pm

    Muy buena entrada, sobre la isla de (H)åland.

    Aunque voy a poner en duda la afirmación de que la Isla de Mårket es la más absurda. Si, está en una isla de 3ha. Pero al menos la isla tiene un faro y una fauna marina considerable como para que valga la pena pescar allí

    Nada le puede ganar a una piedra de 1.3 km2 en medio del Océano (Glacial) Ártico, en la cual dos paises reclamaban su soberanía poniendo bebidas alcohólicas en ella (si, hablo de ti, Isla Hans).

  2. Toni 11-diciembre-2023 / 8:53 pm

    Una puntualización. Desconozco los actuales precios de las tiendas de Systembolaget pero en 2008 en Estocolmo vi algunos vinos españoles más baratos que en España y unos cuantos a precios similares.

  3. Marius 16-diciembre-2023 / 6:25 pm

    Excelente aporte, como siempre. Concuerdo contigo, de las banderas nórdicas, ésta me parece la más bonita.

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