No hay forma de catalogar lo que el James Webb ha encontrado

Los objetos binarios de masa de Júpiter (Jumbos) fueron detectados en la Nebulosa de Orión y no pueden ser considerados planetas.
Los científicos no saben cómo referirse a los objetos binarios de masa de Júpiter  y tampoco logran explicar su origen.
Los científicos no saben cómo referirse a los objetos binarios de masa de Júpiter (Jumbos) y tampoco logran explicar su origen./ESA

Una nueva categoría de cuerpos espaciales podría incluirse en los libros de astronomía gracias a las últimas observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb (JWST). El observatorio identificó decenas de objetos del tamaño de un planeta gigante que recorren el cosmos en pareja y no están gravitacionalmente ligados a alguna estrella. Estos se han denominado provisionalmente como objetos binarios de masa de Júpiter o Jumbos, por sus siglas en inglés.

Durante una observación a la Nebulosa de Orión, el JWST descubrió aproximadamente 40 objetos emparejados. Si bien cada uno de ellos es demasiado pequeño para ser una estrella, tienen una masa similar al planeta más grande del sistema solar. La proporción de estos cuerpos en relación con el tamaño de la nebulosa, así como la falta de estrellas a su alrededor, ha hecho que los Jumbos sean difíciles de identificar con telescopios anteriores.

Hasta ahora, se ha determinado que los Jumbos de la Nebulosa de Orión solo han existido por un millón de años. En comparación, la Tierra se formó hace aproximadamente 4,500 millones de años. Los cuerpos son de naturaleza gaseosa, presentan rastros de metano y vapor en su atmósfera, y registran una temperatura superficial de 1,000 °C. Debido a que no están asociados con alguna estrella, los Jumbos están destinados a enfriarse durante los próximos millones de años.

La histórica fotografía captada por el telescopio James Webb requirió la combinación de 700 imágenes tomadas a lo largo de una semana utilizando el instrumento de infrarrojo cercano (NIRcam). En la composición resultante, se pueden observar los diminutos pares de objetos brillando y flotando en una parte de la nebulosa.

La Nebulosa de Orión, donde se hallaron los Jumbos, se encuentra a casi 1,400 años luz de distancia. (Foto: NASA)

Jumbos: cuerpos celestes de origen enigmático

Aunque los astrónomos han sospechado durante mucho tiempo la existencia de los Jumbos, su reciente detección ha generado una ola de preguntas e hipótesis sobre su naturaleza. La principal interrogante, según los investigadores, es que su existencia contradice parte de la teoría sobre la formación de cuerpos espaciales gaseosos. Para los científicos hay dos posibilidades: o bien se formaron simultáneamente a partir de la acumulación de materia sin la necesidad de un disco de acreción, o los 40 Jumbos fueron expulsados desde un sistema hacia el espacio.

"La física de los gases sugiere que no deberíamos poder crear objetos con la masa de Júpiter por sí solos, y sabemos que los planetas individuales pueden ser expulsados ​​de los sistemas estelares. Pero ¿Cómo se pueden expulsar pares de estas cosas juntas? Ahora mismo no tenemos una respuesta”, explicó Mark McCaughrean, asesor principal de ciencia y exploración de la Agencia Espacial Europea (ESA), en entrevista para la BBC.

La Nebulosa de Orión es una intensa nube de gas dentro de la Vía Láctea. Dentro de ella nacen estrellas a partir del colapso gravitacional de la materia. Debido a que es una estructura que fabrica soles y planetas a solo 1,344 años luz de distancia con la Tierra, es estudiada a profundidad por los astrónomos.

Los Jumbos deberán someterse a un debate semántico. La comunidad científica no sabe si nombrarlos planetas o deberá crear un nuevo término donde encajen las características de estos cuerpos. De acuerdo con la Unión Astronómica Internacional, uno de los requisitos fundamentales para que un planeta sea considerado como tal es que orbite alrededor de una estrella. Los cuerpos recientemente detectados por el JWST orbitan en pares y se van alejando de una nebulosa sin estar atados a una estrella anfitriona.