El invento que rompe las leyes de la física para hacer fotos imposibles

La F-Zero Camera es un salto sin precedentes en la tecnología fotográfica que rompe las limitaciones de la óptica convencional y permite capturar imágenes hasta ahora imposibles. Este dispositivo ofrece un rango de apertura de F0.3 a F0.6, una hazaña nunca antes vista.

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El número F indica la apertura de una cámara, que se comporta de forma similar a la pupila en un ojo humano. La apertura regula la cantidad de luz que entra por la lente. Un número F bajo equivale a una apertura más grande, permitiendo la entrada de más fotones y proporcionando una menor profundidad de campo, algo que da a los retratos ese aspecto profesional donde el sujeto está perfectamente nítido pero el fondo y los primeros planos pueden estar desenfocados, algo que parece agradar al cerebro humano.

Una (voluminosa) revolución fotográfica

Hasta ahora, las mejores lentes de cámara del mercado no eran capaces de alcanzar una apertura menor de F0.95 porque las leyes de la física sencillamente no lo permiten. El adaptador de cámara F-Zero, sin embargo, desafía esa limitación física, llegando hasta un increíble F0.3.

El ingenio de la F-Zero está en su diseño en tres partes, como apunta Petapixel: "El objetivo del sistema es nominalmente un objetivo de 500 mm f/4.5; si se montara directamente en una cámara, así es como se comportaría. Sin embargo, el objetivo proyecta un círculo de imagen mucho más grande que el tamaño del sensor de una cámara." Según los creadores de F-Zero, "al proyectar esa imagen en nuestro sensor intermedio, conservamos la profundidad de campo súper poco profunda, pero creamos un campo de visión mucho más amplio. El resultado es un efectivo de 65 mm f/0.6. Luego capturamos esa imagen usando una cámara conectada a la parte posterior del sistema, una cámara que puede ser cualquier cosa".

Efectivamente, e adaptador es universal: puede mejorar cualquier cámara, desde la cámara de un teléfono móvil del montón hasta una cámara de cine profesional, transformando cualquier sensor y equipo en una bestia de la fotografía con poca luz y profundidad de campo extremadamente pequeña.

Esta apertura más amplia permite tomar imágenes más brillantes en condiciones de poca luz, lo que lo convierte en una herramienta ideal para fotos nocturnas o entornos interiores íntimos, sin tener que recurrir al flash o la iluminación artificial. La menor profundidad de campo convierte retratos ordinarios en excepcionales, con un desenfoque de fondo exquisito y que, por lo menos yo, nunca había visto con ninguna otra combinación de cámara y óptica.

Este adaptador también mantiene una excelente resolución y nitidez de margen a margen de la imagen, algo imprescindible para minimizar la aberración cromática típica de este tipo de lentes con baja apertura, esa molesta distorsión de color que a veces se ve alrededor de los bordes de los objetos en las fotografías.

El resultado es una cámara que es el equivalente de pasar a hacer una foto con Nokia de los años 90 a una cámara IMAX usada por Christopher Nolan.

Lentes de metamateriales

El adaptador F-Zero demuestra que la innovación en la fotografía no muestra signos de desaceleración. Sin embargo, es obvio que no todo el mundo va a poder filmar con este armatoste. Ese es su único punto negativo, que evita que pueda ser usado en situaciones normales, del día a día. Pero en estos momentos hay otra revolución en marcha que podría conseguir las misma ventajas reduciendo la lente a su mínima expresión, más pequeña de hecho que cualquier lente en una cámara de teléfono móvil: los metamateriales.

Para los no iniciados, los metamateriales son sustancias sintéticas con propiedades que no se encuentran en la naturaleza. Es como encontrar las claves para hacer trampas en un video juego, desbloqueando capacidades imposibles para ganar la partida y batir todos los récords.

En el contexto de la óptica, los metamateriales están destinados a revolucionar el futuro de la fotografía, permitiendo lentes ultradelgadas y livianas con un rendimiento igual o mejor que las mejores lentes profesionales y el F-Zero.

Estas superlentes podrán ser utilizadas en la fabricación de lentes para cámaras de consumo y dispositivos móviles, obteniendo una resolución, sensibilidad a la luz y un zoom de alta calidad absolutamente inédita..

Todavía estamos a unos años de ver estos metamateriales en nuestras cámaras de bolsillo, pero la promesa de una tecnología que permite que tu teléfono tome una con la misma o mejor calidad de una cámara DSLR de 35mm o una cámara IMAX o Panavision es más que excitante.

El futuro de la fotografía, una tecnología del siglo XIX, sigue siendo brillante en 2023. Quizás más brillante que nunca. Este adaptador de cámara F-Zero es una buena muestra de ello, pero los metamateriales realmente lo volverán a cambiar todo. Nos espera un viaje emocionante en los próximos años, mientras la tecnología sigue rompiendo los límites teóricos de la óptica con nuevos conceptos que desafían nuestra idea de lo que es posible.