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Ni guetos ni utopías: las ciudades de 15 minutos ya existen y son las capitales de provincia

Calidad de vida

Los vídeos de Tik Tok que romantizan y ‘toscanizan’ localidades españolas y el debate caliente sobre el urbanismo de proximidad apuntan en la misma dirección

Una pareja originaria de Kansas (Estados Unidos) se ha hecho viral por sus vídeos sobre Logroño, donde se han ido a vivir

@thesmithsinspain

Why not Logroño? ¿Por qué no Logroño? Si la capital de La Rioja busca eslogan para su próxima campaña municipal, se lo han servido en bandeja los Smith, un matrimonio de Kansas que se instaló en la ciudad hace unos meses con su bebé, Quentin. La familia Smith ya había adquirido cierta notoriedad en Tik Tok, donde acumulan casi 20.000 seguidores, por sus vídeos en los que expresan su entusiasmo por casi todo lo que tiene que ver con la vida en España, desde los exprimidores de naranjas que hay en los supermercados a los semáforos con temporizador (y un “hombrecillo que te indica cómo andar”). Pero fue un vídeo en movimiento en el que declamaban su amor por su ciudad de adopción el que les hizo trascender esa red social.

“La gente es espectacular. La comida es increíble. El vino no es de este mundo”, dicen en el vídeo. “Es muy seguro. Es espectacular para las familias, gran calidad de vida, el coste de la vida es asequible y estás rodeado de montañas”, añaden. Supone una mejora respecto a la última vez que un discurso sobre Logroño se hizo viral, cuando Carmen Maura fue a El Hormiguero en 2019 y dijo que le había sorprendido la ciudad, que describió como un “sitio al que normalmente no irías”.

Ahí radica la viralización del vídeo de los Smith y de otros que pertenecen a ese subgénero, el de “guiris romantizando ciudades medias españolas”, que está generando una especie de toscanización de lugares con poca fama de bonitos. Se ha hecho muy popular también la estudiante canadiense que ama Getafe (y los “campus” españoles, incluidas las máquinas de café Delikia) y Leganés y el estadounidense que encontró todo lo que buscaba en Melilla y Ceuta.

“He visto el vídeo de Logroño y empatizo con la apreciación que hace esa familia de la sociabilidad, la buena comida, al comodidad, la seguridad y el estilo de vida que muchos españoles dan por hecho”, señala Brian Rosa, geógrafo e investigador de la Universtitat Pompeu Fabra, y él mismo un estadounidense establecido en Barcelona. “Quizá sólo me pueden molestar dos cosas: que digan que vivir allí es muy asequible, porque eso está condicionado por el hecho de que vienen de otro lugar en el que los sueldos y los precios son más altos; y que se sientan la necesidad de proclamarlo”.

Este tipo de migración por 'lifestyle' se está convirtiendo el precio de la vivienda en un problema grande en ciudades como Barcelona y Lisboa

Brian RosaGeógrafo e investigador de la Universtitat Pompeu Fabra

“¿Están tratando de convencer a otros estadounidenses para que se trasladen a ciudades pequeñas y medianas en España? No creo que eso se convierta en una tendencia masiva, y quizá sería menos dañina para las ciudades pequeñas, pero este tipo de migración por lifestyle se está convirtiendo en un problema grande en ciudades como Barcelona y Lisboa, disparando el precio de la vivienda”, reflexiona Rosa.

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Más allá del fenómeno concreto, lo que estos tiktokers podrían estar descubriendo es que las ciudades medianas españolas, en especial las capitales de provincia, que tienen una personalidad histórica muy definida, podrían ser las ciudades de los 15 minutos originales. El inventor de este término, el urbanista colombiano Carlos Moreno, que ha trabajado estrechamente con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y con muchos otros regidores de ciudades de todo el mundo para implantar su idea, ha estado esta semana en Madrid y Barcelona promocionando su libro La revolución de la proximidad (Alianza). 

Mientras atendía a La Vanguardia, recibió una llamada de The Sunday Times. De hecho, nunca había estado tan solicitado. Eso se debe a que la semana pasada unos 2000 vecinos de la región del Oxfordshire en Inglaterra se manifestaron con pancartas contra “la ciudad de los 15 minutos” porque ven los planes de movilidad de la autoridades de la zona como un plan para “encerrar a los vecinos en su barrio y no dejarlos salir”. Moreno se lo toma con humor. “No solo nunca imaginé mi término en una pancarta, es que he pasado de ser un profesor de la Sorbona a ser un diablo maléfico, miembro de un gobierno invisible mundial”.

Nunca se había hablado tanto y tan apasionadamente sobre planes urbanos

Carlos MorenoUrbanista

Que un concepto urbanístico que circula desde hace unos años –y que, como señala Brian Rosa, tampoco es nuevo, porque responde a ideales que se vienen discutiendo desde los inicios del urbanismo como disciplina– se haya colado en la agenda conspiranoica responde a varios factores. “Se ha cerrado el círculo. El cambio climático es un invento, las vacunas un chip de 5G y ahora las ciudades habitables son muestra de que hay un gobierno mundial invisible. Es algo muy representativo de nuestro tiempo, hay un movimiento complotista fuerte capaz de imaginar las cosas más turbias”. Esas ideas paranoides, por cierto, han tenido cierto eco en los márgenes de la ultraderecha española: en el programa de 13TV El gato al agua y en el Twitter fanático se ha hablado también del urbanismo anticoche como amenaza totalitaria.

Imagen de la superilla del barrio de Sant Antoni de Barcelona

Xavier Cervera / Propias

Moreno también lo ve como algo positivo: nunca se había hablado tanto y tan apasionadamente sobre planes urbanos, como saben bien los habitantes de Barcelona, que se preparan para unas municipales caldeadas con las superilles en el centro de la discusión.

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Respecto a las ciudades medianas españolas, que conoce bien, señala que sí pueden representar ese ideal de convivencia (ciudad de los 15 minutos y territorio de 30) si conservan su esencia y no aspiran a convertirse en metrópolis ni se “desparraman” para albergar vecindarios de casas aisladas con dificultad para acceder a los servicios que empuja a usar el vehículo individual y dispara las emisiones de CO2. 

Tampoco pueden devenir los escenarios históricos “bonitos”, que se visitan los fines de semana desde las capitales, pero poco activos contra los que alertaba Sergio Andrés Cabello en su libro La España en la que nunca pasa nada (Akal). “Lo que queremos con estas ciudades intermedias es que su propia dinámica sea de creación de empleo local, de relación, de circuitos cortos locales y de generación de viviendas con calidad de vida” y alerta de la tendencia creciente a la “ciudad desparramada” en esas capitales de provincia y de comarca.

Zaragoza lo está haciendo bien y el caso de Santander es muy interesante. Pontevedra es muy inspiradora. Y, sí, Logroño también

Carlos MorenoUrbanista

Los ejemplos que durante décadas se han planteado como modélicos, los de Pontevedra, con su centro peatonalizado y su 20% de incremento de población, o Vitoria, que se ha vendido siempre como la ciudad antimonumental (al contrario que Donosti y Bilbao) pero excelentemente habitable, siguen siendo válidos para Moreno. También apunta a otras: “Zaragoza lo está haciendo bien y el caso de Santander es muy interesante, han lanzado un modelo regenerativo basado en el encuentro con la naturaleza que puede ser muy virtuoso”. Y, sí, Logroño también. “Es muy interesante lo que está pasando allí”.

Encendido del alumbrado navideño en Vigo, Pontevedra

Marta Vázquez Rodríguez / EP

No puedo evitar preguntar a Moreno por mi ciudad natal, Tarragona, en la que no vivo pero que visito a menudo, y que lo tendría a priori todo para vivir un presente vibrante: geografía privilegiada (playas excelentes), capitalidad de una conurbación que incluye otras localidades potentes como Reus, Cambrils, Salou y Valls y una economía local que combina industria y servicios. Y, sin embargo, el centro urbano de la capital languidece sin que ningún gobierno municipal haya sido capaz de arrancarla de su sopor, con un derrame absoluto de la vida urbana hacia las afueras y un estilo de vida que casi empuja a coger el coche para hacer cualquier acto cotidiano, desde ir al cine a celebrar un cumpleaños infantil. Moreno, que la visitó por primera vez hace 40 años y ha vuelto recientemente, confirma mis sospechas. Cree que la satelización respecto a Barcelona la habría afectado.

El urbanista no cree en el “corta-pega” para solucionar los problemas de estos núcleos urbanos, en aplicar las soluciones que han funcionado en un lugar en otros. “Lo que hay que tener es fuentes de inspiración. Pontevedra, por ejemplo, es muy inspiradora”.

La gente debería ser capaz de solucionar sus necesidades diarias andando, en bici o en viajes cortos en transporte urbano

Brian RosaGeógrafo e investigador de la Universtitat Pompeu Fabra

Brian Rosa tampoco piensa que el modelo de ciudad de provincias española, con su vida amable (alta densidad, capacidad de caminar a casi cualquier destino, ocio intergeneracional) y también con sus aspectos tenebrosos –ver La Regenta, Calle mayor, de Juan Antonio Bardem, y la mitad de la obra de Carmen Martín Gaite. Al fin y al cabo, de algún lugar nace el término “provinciano”– sean fácilmente exportables. Por si los Smith o muchos Smith quisieran, por ejemplo, recuperar un Logroño en Kansas.

Carril bici en la Gran Via de Barcelona, entre La Campana y plaza España

Propias

“En principio, no creo que el trabajo se vaya a descentralizar tanto –dice el geógrafo– pero sí creo que la gente debería ser capaz de solucionar todas sus necesidades diarias andando, en bici o en viajes cortos en transporte urbano. Y ese es el caso en muchas ciudades españolas, aunque no en las urbanizaciones suburbanas ni en los barrios periféricos creados en el tardofranquismo”. En el Norte de Europa y en Estados Unidos, señala Rosa, no hay muchos lugares, ni siquiera en las ciudades, en las que se pueda vivir sin coches, que no son un lujo sino una necesidad costosa. 

“Conceptos como el de la ciudad de los 15 minutos se podían aplicar a Estados Unidos antes de la dominación del automóvil. Habría que volver a eliminar las zonas de uso único con mejor infraestructura para peatones y ciclistas. Sin embargo, ese estilo de vida solo es deseable para los privilegiados y la clase media. Las zonas peatonales a menudo se relacionan en Estados Unidos con el pensamiento de izquierdas y las zonas económicamente excluyentes”. Tanto en España como en Estados Unidos, apunta, el énfasis por eliminar las barreras que impone el tráfico rodado ha llevado en muchos casos a gentrificar zonas históricamente estigmatizadas que, de pronto, se vuelven más deseables.

Las provincias en las que hay una ciudad activa retienen más población rural

Vicente PinillaDirector de la cátedra de Despoblación y Creatividad

Vista general de la plaza de la Virgen del Pilar de la ciudad de Zaragoza

EP

Por último, una ciudad de provincias económica y socialmente pujante tiene un efecto rebote: mejora la calidad de vida en su entorno rural. Es decir, la España de las provincias alivia también la España vaciada. Vicente Pinilla, director de la cátedra de Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza señala en ese sentido. “Las provincias en las que hay una ciudad activa retienen más población rural. En los años del éxodo rural existía la idea de que las capitales succionaban. Aquí por ejemplo se hizo muy popular un libro que se llamaba Aragón contra Zaragoza, pero ahora hemos visto que no es así”. 

También apunta a que la próxima España vaciada será la de las ciudades medianas que irán perdiendo población, como ya ocurre en Castilla. El encanto que aprecian los tiktokers extranjeros no es capaz por si solo de frenar fuerzas contrarias como la satelización respecto a las grandes ciudades o la pérdida de peso de las economías locales. La pregunta “¿Por qué no Logroño?” es muy buena, y la respuesta, bastante compleja.