Caminando sobre el agua

Ocho de los puentes medievales más bellos de España

Estas pasarelas centenarias han sobrevivido al paso del tiempo y de las crónicas. Hoy son monumentos, cuya visita sintetiza historia, paisajismo y arquitectura.

La Edad Media fue una época convulsa y de trasiego. Ya fueran ejércitos, peregrinos, pastores, comerciantes o aventureros, todos convivían en un mundo en el que los traslados eran por tierra, siguiendo antiguas calzadas romanas, sendas religiosas, caminos reales o rutas naturales. Algunas se topaban con ríos insalvables, lo que llevó a ser imaginativos y salvar las aguas por pasarelas. Las antiguas civilizaciones ya habían practicado la ingeniería como germen de muchos asentamientos, pero fue a lo largo de la Edad Media cuando esta práctica se consolidó construyendo puentes de piedra más robustos, tanto que muchos han llegado a nuestros días preservando su esencia.

 

España, rica en historia y monumentos, lo es en vestigios medievales, entre estos los puentes, erigidos solitarios o en el corazón de los pueblos. Excepcionalmente conservados o fotogénicamente bellos, son un atractivo fundamental de muchas escapadas.

¡Viajes National Geographic, directo en tu Whastapp! Síguenos para descubrir lugares fascinantes, destinos sorprendentes y sabores impresionantes.

Besalú
Foto: iStock

Besalú (Girona)

El casco antiguo de Besalú tiene una entrada espectacular caminando por el puente románico que salva las aguas del río Fluvià y aún confiere al pueblo su fisonomía medieval. El original fue edificado en el siglo XI por el conde Guillem el Gras. El año 1315, una riada lo arrastró, y fue erigido otro nuevo gracias a un impuesto establecido por el rey Jaume II. En la Edad Media había que pagar un diner para poder cruzarlo a caballo, y un óbolo por persona a pie y por bestia cargada. A lo largo del tiempo, la portentosa pasarela de Besalú, población de la comarca de La Garrotxa, se ha reconstruido en diversas ocasiones.

 

Se trata de un puente fortificado de forma angular, compuesto por siete arcos sustentados por pilares que aprovechan como base las rocas del fondo fluvial. Tiene 105 metros de longitud y una torre central de 30 metros de alto sobre el quinto pilar. Fue dinamitado durante la Guerra Civil española, aunque por suerte fallaron las cargas de su voladura. Reconstruido durante los años 1950-1960, actualmente es el emblema fotogénico del pueblo y el lugar más icónico por el que acceder a pie. El monumento está catalogado como Bien de Interés Cultural tanto a nivel de Cataluña como de España. Hoy, Besalú es una de las excursiones imprescindibles de toda escapada a Girona.

Seguir viajando

Puente de San Martín en Toledo
Foto: Shutterstock

Puente de San Martín en Toledo

Desde el lugar al que todos acuden para contemplar el puente medieval de San Martín, situado en el lado oeste de la ciudad de Toledo, se contempla una panorámica bellísima de esta pasarela sobre el Tajo, con el las murallas de la ciudad y el Alcázar en lo alto de la colina como telón de fondo. El puente se construyó en el siglo XIII en estilo mudéjar frente al terreno en el que se extendía la parroquia de San Martín, de la que tomó su nombre.

 

Su estructura se asemeja al también medieval puente toledano de Alcántara, aunque este se hizo más ancho, debido a la mayor distancia en este punto entre las orillas. El gran arco central data de 1390, cuando el arzobispo Pedro Tenorio mandó restaurarlo, añadiendo las dos torres con almenas, arcos estilo mudéjar y escudos heráldicos que lo fortifican de cada lado. Está declarado Bien de Interés Cultural y es Monumento Nacional desde 1921.

Puente la Reina (Navarra)
Foto: Shutterstock

Puente la Reina (Navarra)

De igual nombre como la localidad navarra en el que se asienta, la pasarela de Puente la Reina es uno de los hitos arquitectónicos del Camino de Santiago, donde confluyen desde la Edad Media el Camino Francés y el ramal del Camino Aragonés. Fue levantado en el siglo XI por "una reina anónima de Navarra", aunque se cree que pudo ser o la esposa de Sancho el Mayor, doña Mayor de Castilla, o Estefanía, mujer del rey García de Nájera. Su función era facilitar a los peregrinos salvar las aguas del río Arga, favoreciendo así el florecimiento comercial del fértil valle de Ilzarbe. En su época temprana fue hito arquitectónico que, tras tantos siglos, sigue manteniéndose en pie. Mide 110 metros de longitud por donde discurre una calzada de 4 metros de ancho, y está sostenido por 7 arcos, uno de ellos bajo tierra, sostenidos por cinco sólidos pilares. Su silueta reflejada en el río es una de las imágenes más buscadas de la Ruta Jacobea.

Seguir viajando

 

Asturias-Puente de Cangas de Onis
Foto: Shutterstock

Cangas de Onís (Asturias)

Aunque es conocido como el puente romano de la asturiana Cangas de Onís, en realidad su construcción data de tiempos medievales, durante el reinado de Alfonso XI de Castilla. Sobresale por su esbelto arco central que, a pesar de mostrar un aspecto frágil, lleva siglos manteniéndose en pie frente al paso del tiempo y las subidas del río Sella asturiano. Se sitúa en el trazado de una antigua calzada romana que unía las colocias de Lucus Asturum (cerca de Oviedo) y Portus Victoriae, actual Santander. Actualmente, el puente tiene una entrada desde el concejo de Onís y del otro lado por el de Parres, aunque está asociado al primero. El "Puentón", como se le conoce cariñosamente en el Principado, es uno de los emblemas monumentales de Asturias.

 

La cruz que pende de un arco en media luna invertida hace referencia a la victoria sobre los musulmanes de la batalla de Covadonga. Fue colocada en 1939 coincidiendo con el regreso de una imagen de la Virgen de Covadonga, que había sido guardada en parís durante la guerra civil española. Tiene una inscripción que dice "Mínima urbiuem, maxima sedium" (la más pequeña ciudad fue la máxima sede). A sus lados se abren dos arcadas menores que ayudan a mantener en pie la estructura. El año 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico.

Seguir viajando

 

Frías (Burgos)
Foto: iStock

Frías (Burgos)

Burgos no es solo tierra de castillos, también lo es de puentes. El de Frías es uno de los mejores ejemplos de puentes fortificados de España. Tuvo su origen en época romana, cuando ya era un enclave comercial y estratégico, aunque fue reconstruido varias durante la Edad Media, desde su creación en el siglo XIII, en parte consecuencia de la repoblación de la zona en tiempos de Alfonso VIII. Formaba parte de la calzada romana relevante para el comercio entre la Meseta y la costa Cantábrica. Salvando las aguas del Ebro, su estructura de aspecto románico tiene una longitud de 143 metros, una anchura de 3,5 metros, y consta de 9 arcos con detalles de un incipiente gótico, los centrales apuntados y el resto algo rebajados.

 

En los más antiguos, se abren aliviaderos con sus molduras a la altura de los salmeres, que además de aligerar el peso del puente, le dan armonía arquitectónica. Su construcción asimétrica e irregular procede de la necesidad de seguir los puntos de apoyo en la roca que asomaba por el río. Ello le confiere un perfil más alomado, que se afila en el entro donde se alza una torre de trs pisos, que tuvo funciones defensivas y aduaneras. Su importancia vial y comercial en la antigua Ruta de la Lana hizo de Frías la localidad más destacada del valle de Tobalina, en la hermosa comarca de Las Merindades (por aquí pasaban las mercancías camino del Cantábrico, desde donde se distribuía a los principales puertos europeos. El puente ha sido utilizado de set de rodaje en muchas ocasiones, una de las últimas para la serie el Cid en 2019. 

Seguir viajando

 

Camprodon
Foto: Shutterstock

Camprodón (Girona)

El Pont Nou sobre el río Ter es una de las imágenes más reconocidas de Camprodón, en la comarca del Ripollès. Fue construido en el centro del pueblo durante el siglo XII, muy cerca de la confluencia con el río Ritort, en estilo gótico, con 66 metros de largo y con un altivo arco central de 22 metros de amplitud, con otros tres en pendiente en los laterales de refuerzo estructural. La pasarela está unida a una torre de defensa en uno de sus lados, por la que se accedía a esta villa medieval.

 

A su vez, este era el paso de acceso obligado del Camí Reial al territorio histórico de La Cerdanya, una vía que conectaba el Pirineo y el litoral de Girona. Popularmente descrito como puente romano o románico, desde la Edad Media recibió el nombre de puente Nuevo para diferenciarlo del Pont Vell (el Puente Viejo que se situaba en el barrio de Can Carrera), caído por un terremoto documentado en 1428. Está declarado Bien Cultural de Interés Nacional y Monumento Histórico Artístico.

Balmaseda (Vizcaya)
Foto: Shutterstock

Balmaseda (Vizcaya)

En la localidad vizcaína de Valmaseda, (en euskera y oficialmente Balmaseda), los ojos del medieval Puente Viejo llevan tiempo contemplando el discurrir del río Cadagua y también la historia de la que fue la primera villa medieval declarada como tal en el País Vasco. Hoy se localiza en la comarca de Las Encartaciones. El cauce pasa por debajo de sus tres arcos de medio punto erigidos en este puente por lo menos documentando desde el siglo XV. En tiempos pretéritos, cuando también se conocía como el puente de La Muza, era el único paso que unía la costa vasca con los territorios de Castilla, lo que dio a Balmaseda, cierta relevancia comercial.

 

Actualmente, esta recia pasarela en piedra de sillar enlaza los barrios históricos de El Cristo  y San Lorenzo. De fisonomía medieval innegable, este puente fortificado tiene junto a su gran arco central una torre adosada que era paso aduanero y de vigilancia. Durante siglos también vio pasar  a comerciantes y peregrinos que transitaban por los cercanos ramales de la Ruta Jacobea, por los que Balsameda es también rica en iglesias como la de San Severino y la de San Juan, ambas góticas.

Seguir viajando

Barco de Ávila (Ávila)
Foto: Istock

El Barco de Ávila (Ávila)

En el valle del río Tormes se asiente El Barco de Ávila, una localidad abulense cuyos orígenes se remontan a los vetones, hoy cercana a la histórica Piedrahita. El pueblo, dominado por el castillo del Valdecorneja, del que conserva tramos de la muralla y la Puerta del Ahorcado, cuenta con un contundente puente medieval, que fue alzado en el lugar donde antes hubo otro por los que transitaron los romanos. El que hoy se contempla fue erigido en el siglo XII, cuando adquirió su estilo románico. Remodelado a lo largo del tiempo, este enclave de la provincia de Ávila mantiene su estructura de ocho arcos desiguales y anchas pilas de sillares almohadillados. De silueta alomada, cuenta con una cuesta de subida y otra de bajada, en el pueblo conocidas como "los llomos del asno". Hasta el siglo XIX tenía una torre central que fue destruida durante la guerra de Independencia por las tropas de Napoleón. 

Seguir viajando

 

Para leer más

  1. Los 40 pueblos medievales más bonitos de España
  2. Los puentes que hay que visitar (y cruzar) una vez en la vida
  3. ¿Dónde están estos famosos puentes?