La animación que muestra cómo eran estas termas romanas hace miles de años

Las termas del pasado eran auténticas obras de arte que han llegado hasta nuestros días como ruinas.

Villa Adriana, Tivoli, Italia, 7 termas antiguas reconstruidas

Imágenes del antes y el después de las termas de la Villa Adriana en Tivoli

/ Suministros QS

Las termas eran verdaderas obras de arte, lugares donde los ciudadanos iban a socializar y despejar la mente. Muchas civilizaciones antiguas, como la romana o la egipcia, basaron parte de sus culturas y religiones en la importancia de la purificación a través del baño.

Algunas de las imponentes construcciones del pasado han llegado hasta nuestros días como simples sombras de lo que un día fueron. Por eso QS Supplies ha reconstruido siete preciosas termas para que podamos admirarlas y sentirnos como verdaderos ciudadanos de las antiguas civilizaciones.

Termas de Caracalla, Roma, Italia (216 d. C.)

Estas termas son las segundas más grandes de la antigua Roma, una auténtica obra de arte y una joya de la arquitectura romana. El complejo estaba compuesto por bibliotecas, tiendas, piscinas y gimnasios, sus altos techos de vidrio se sostenían gracias a grandes columnas de granito (que han llegado hasta nuestros días).

Para los romanos la hora del baño era un momento de culto al cuerpo y a la mente, por eso cuidaban mucho la decoración con mosaicos, pinturas y estatuas, de más de 3 metros de alto, que decoraban las estancias de las termas. Además, una impresionante red de tuberías mantenía todas las piscinas a la temperatura perfecta.

Grandes baños de Mohenjo-Daro, Pakistán (tercer milenio a. C.)

La conocida como “Gran Terma” es una impresionante piscina de 12 x 7 metros y más de 2 metros de profundidad. Las termas se construyeron con delicadeza y precisión, usaron ladrillo cocido para sostener, el que los expertos consideran, el primer depósito de agua pública del mundo antiguo.

Este impresionante complejo está situado en lo más alto de la ciudad de Indo, construido ahí para que fuese visible desde cualquier punto de la localidad. Además, los especialistas coinciden en las funciones religiosas de la piscina principal y, aseguran, que era utilizada como parte de un ritual de purificación.

Villa Adriana, Tivoli, Italia (110 d. C.)

La impresionante residencia del emperador Adriano, situada a unos 20 kilómetros de Roma, es considerada una autentica obra de arte. Además de las termas, la residencia está compuesta por palacios, templos, teatros, bibliotecas y preciosos jardines.

Estas termas privadas se construyeron para aprovechar al máximo las horas de sol y, además, el suelo estaba formado por una ingeniosa red que regulaba la temperatura en cada una de las salas. Los invitados realizaban un recorrido establecido, primero un poco de ejercicio, luego pasaban a las piscinas donde tenían que ir de la piscina más caliente, a la templada y terminar en la fría.

Basílica Therma, Sarıkaya/Yozgat, Turquía (siglo II d. C.)

La leyenda cuenta como la preciosa hija del rey se curó, milagrosamente, al adentrarse en las aguas del lodazal donde posteriormente se construyeron estas impresionantes termas. La mayor parte de este complejo se derrumbó con el paso del tiempo, pero actualmente vuelven a estar en funcionamiento para uso público.

Las termas estaban decoradas con un gusto exquisito, pinturas y estatuas de las diosas griegas y romanas adornaban las piscinas y el spa. Además, en algunas zonas, se han encontrados restos de la figura de una serpiente que representaba la salud y el bienestar.

Las termas romanas de Odessos, Varna, Bulgaria (siglo II d. C.)

El complejo de termas de Varna es el más grande de los Balcanes, además, el edificio principal es el más antiguo y el mejor conservado de Bulgaria. Curiosamente estos baños, aunque romanos, se diferencian de los del resto del imperio en que hombres y mujeres no tenían habitaciones separas, y podían acudir a cualquier hora.

Termas de Bárbara, Trier, Alemania (siglo II d. C.)

Las terceras termas más grandes de la antigua Roma se utilizaron como castillo durante la Edad Media, para posteriormente desmantelarlo y usarlo como materiales de construcción. En la actualidad solo quedan los restos de los túneles de servicio y los cimientos.

Este impresionante complejo medía unos 42.000 metros cuadrados, además de las piscinas y saunas, las termas albergaban bibliotecas, restaurantes y tiendas. En sus mejores años los baños de Bárbara medían hasta cuatro pisos de altura y sus paredes estaban revestidas de mármol.

Termas Romanas de Bath, Inglaterra (60-70 d. C.)

Estas termas se remontan al siglo IX a. C. cuando un rey celta construyó los primeros baños que se modernizaron tras la llegada de los romanos. Durante más de siete siglos las termas de Bath cayeron en el olvido hasta que se recuperaron y pasaron a ser utilizadas por el obispo de Bath.

El complejo, además de por la gran piscina central, está formado por un museo que cuenta la historia romana en tierras británicas. Actualmente la terma principal sigue conteniendo agua caliente, pero el baño está prohibido.

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