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Timofeevich Yermak: “el Pizarro ruso”, príncipe de Siberia

La expansión europea a principios de la Edad Moderna no solamente consistió en la conquista de territorios americanos o en la fundación de puestos comerciales por las costas de África y parte de Asia. También las inhóspitas tierras siberianas fueron parte de esa expansión.

Un pequeño grupo de buscadores de fortuna sirvieron como puntas de lanza en la conquista de Siberia, y aunque la mayoría luchó con espada y pica, fueron las nuevas armas de fuego las que marcaron la diferencia. Enormes distancias tuvieron que ser cubiertas bajo penurias inhumanas para tomar territorios de los que antes apenas se tenía idea. El líder de la primera expedición, el atamán cosaco Timofeevich Yermak, será bautizado en numerosas crónicas como el “Pizarro ruso”.

Yermak Timoféyevich
Monumento a Yermak Timoféyevich en Novocherkassk

¿Quiénes eran los cosacos?

Los cosacos, cuyo origen todavía es discutido, provendrían de una serie de pueblos eslavos asentados en el Mar Negro y las estepas del Caspio. Es posible que a ellos se le unieran otros grupos desplazados por las políticas impositivas de diferentes estados (Lituania, Polonia o Moscú).

En cualquier caso, los diferentes pueblos cosacos, vivieron durante mucho tiempo con relativa independencia entre las potencias de Polonia-Lituania, Rusia y el Imperio Otomano. Estos grandes estados del este persiguieron a los cosacos, los usaron como aliados o los reclutaron como mercenarios para la defensa de sus fronteras, según la situación política y los intereses del momento.

Después de que el zar Iván IV (el Terrible) sometiera a los kanatos de Kazán y Astracán a mediados del siglo XVI, los cosacos del Don y del Volga se sintieron de todo menos liberados. De repente, los ejércitos del zar los perseguían por piratería fluvial y salteadores de caminos. Los nobles rusos, que habían recibido provincias enteras por el favor del zar, esperaban obediencia, diligencia y, sobre todo, impuestos de sus nuevos súbditos, incluidos los cosacos. Por lo tanto, muchos se retiraron más al sur o a los bosques del noreste.

mapa ivan el terrible
Expansión del Imperio Ruso (S.XVI). En verde la ruta que seguirá Yermak hacia Siberia

En las largas guerras por Livonia que siguieron, muchos encontraron empleo como mercenarios, la mayoría del lado polaco (aunque algunos también del lado del zar), donde proporcionaron al rey Stefan Bathory una valiosa ayuda para defenderse de las políticas expansionistas rusas que resultará en diversas campañas muy exitosas.

Los Stroganov

Lejos del Cáucaso, en los Urales, concretamente en las tierras que rodean Perm, la familia de comerciantes (originaria también del Mar Negro) de los Stroganov había adquirido una vasta área del tamaño de un ducado europeo. Su fortuna tenía base en el comercio de pieles, pero luego fueron ampliando sus negocios. Trataron de atraer a colonos rusos hacia sus fábricas en las que, además de pieles, trabajaban metales creando fundiciones y sales extraídas de las minas de la zona.

La mano de obra necesaria fue proporcionada finalmente por rusos a sueldo, muchos refugiados del reinado de terror de Iván, algunos prisioneros tártaros (como esclavos) y, por último, pero no menos importante, alemanes y lituanos, particularmente valorados como trabajadores cualificados en las fundiciones.

rusia siberia
Mapa que sigue el curso del Volga. A un lado Moscú y al Este Perm

Khan Kuchum

La riqueza de los Stroganov despertó la rapacidad de los tártaros. Crimea, cuna de los tártaros, estaba demasiado lejos, además, de querer atacarlos deberían atravesar Kazan, donde se tendrían que enfrentar a las guarniciones moscovitas recientemente instaladas.

Pero en la zona de los Urales estaba Qashliq, o Isker en la historiografía occidental, una fortaleza de los tártaros siberianos (cerca de la actual Tobolsk), capital del kanato de Sibir, uno de los estados resultantes del colapso del Imperio Mongol. Gobernaba por entonces Kahn Kuchum, que había arrebatado el trono a Yadgar bin Qasim y luego al Bey Pulad ibn Qasim, ambos vasallos del zar, cosa que Kuchum no.

Kuchum, que procedía de Uzbequistán, sometió gracias a sus jinetes tártaros a las tribus siberianas entre Irtysh y Ob fundando su propia dinastía. En sus extensas incursiones, sus guerreros también lograron penetrar en el territorio de los Stroganov, hacia 1573, donde hicieron un buen botín.

Durante otras incursiones contra los dominios del zar se fueron encontrando con más y más gente dispuesta a engrosar sus filas, especialmente las tribus nativas de la taiga, que estaban siendo exprimidos sin piedad por la nobleza rusa. Pronto, grupos cada vez más grandes cruzaban los Urales realizando terribles razias.

En 1574, tras sobrevivir a una incursión devastadora dirigida por el sobrino de Kuchum, Mahmetkul, los Stroganov comenzaron a buscar apoyo. No se podía esperar mucho del zar; estaba demasiado ocupado con sus guerras en Occidente, dilapidando todos los recursos de su imperio. Es cierto que estaba dispuesto a dar a los Stroganov carta blanca para conquistar todas las tierras de Sibir, incluso accedió a que los beneficios extraídos de esas tierras tras la conquista serían durante 20 años solamente de su familia, a cambio deberían organizar ellos por su cuenta la conquista.

Los cosacos como fuerza mercenaria

En busca de una fuerza adecuada, se encontraron con los cosacos. Estos no solo tenían experiencia en guerras a pequeña escala e incursiones a caballo, sino que también navegaban por los grandes ríos en barcazas de quilla plana para realizar todo tipo de asaltos y, por lo tanto, podían usarse para controlar el tráfico fluvial muy utilizado en las zonas de Sibir. Una crónica rusa informa de las reuniones entre los Stroganov y los cosacos:

Allí Semyon y Maxim y Nikita Stroganov escucharon de personas de confianza de la audacia y la valentía de Yermak Timofeev y sus compañeros, los cosacos y atamanes del Volga, cómo mataron a los nogaianos cuando cruzaron el Volga; y cómo robaron y mataron a los mercaderes de la Horda de Oro.

Yermak Timofeyevich rios
Cosacos de Yer,ak Timofeyevich utilizando embarcaciones fluviales

Entonces, cuando oyeron tal cosa sobre su audacia y valor, les enviaron a sus hombres con una carta y muchos regalos, para que pudieran acudir en su ayuda.

El líder de este “ejército privado” era el hetman cosaco Yermak. Ya había luchado para el zar en Livonia, pero después de las primeras derrotas huyó estableciéndose como bandido en los pantanos y bosques del Volga y el Don. Presumiblemente, se había enterado de que los Stroganov estaban buscando guerreros experimentados y decidió ofrecer sus servicios. También buscarían cierta redención al ponerse al servicio de una casa autorizada por el zar, ya que algunos de sus subordinados estaban buscados por la justicia rusa por atracadores.

El ejército de Yermak no era un gran ejército. Desplazó de la zona del Don, donde estaban acampados por entonces, hacia la ciudad de Perm (capital de los Stroganov) a unos pocos cientos de cosacos. Para completar su ejército solicitó a los Stroganov ofrecer a los prisioneros de guerra que tenían trabajando en las minas y salinas carta de libertad si participaban en la campaña contra el kanato. Ermak buscaba principalmente lansquenets, hábiles en el uso de cañones y arcabuces.

Yermak retrato
Supuesto retrato de Yermak, realizado en el siglo XVII

En el otoño de 1581 Yermak realizó una revista militar a orillas del Kama. Tenía cerca de 500 cosacos, no  más de 4 cañones y unos 300 alemanes, polacos, lituanos y tártaros, todos ellos antiguos prisioneros de guerra.

Evidentemente, la participación de los extranjeros (más de 1/3) a menudo es ignorada por la historiografía de corte nacionalista (rusa en este caso) está bien citar la propia crónica de los Stroganov:

Y ellos [los Stroganov] reunieron a sus soldados de las bases, lituanos y Europeos occidentales y tártaros y rusos, audaces y valientes y excelentes guerreros, 300 hombres, y los enviaron junto con los atamanes y cosacos del Volga, y por esta unión se rindieron 840 hombres audaces y valientes.

Rumbo a Siberia

Este pequeño ejército subió el río Chusovaya en botes desde el río Kama y luego a través de sus afluentes fueron penetrando más y más los Urales (hacia el Oriente). Fue un camino difícil incluso para los experimentados “piratas del Volga”. A menudo tenían que remolcar sus barcazas por tierra para evitar los rápidos, lo que requería mucho tiempo y tener unas grandes reservas de alimentos, pólvora y plomo. Por eso, siempre que era posible, se intentaba represar los pequeños ríos para ganar de nuevo unos miles de metros. Finalmente se quedaron atascados y continuaron a pie hasta que llegaron a la cabecera de un afluente del Tura. Allí construyeron nuevos barcos y comenzaron a viajar río abajo hacia la desconocida Siberia.

Finalmente, llegaron a las tierras bajas de Siberia y, por lo tanto, quedaron bajo la esfera de influencia de Khan Kuchum. Pudieron defenderse fácilmente de los primeros ataques de las tribus siberianas con sus armas de fuego. A cambio, los cosacos incendiaron algunos de los asentamientos aislados. Cuando la tundra se congeló, se establecieron en uno de estos asentamientos para pasar el invierno. Mientras tanto, el viejo Khan Kuchum ya estaba informado de la invasión en su capital, a orillas del Irtysh.

Ordenó una leva general entre la gente de la estepa para que se unieran a sus filas logrando reunir varios miles de hombres. En mayo, cuando el hielo se derritió y los cosacos continuaron su avance, fueron emboscados por los tártaros, que habían bloqueado el río con troncos de árboles y atacaron las embarcaciones cosacas con flechas desde la orilla.

La conquista de Sibir, o todo o nada

Vasily Surikov , "La conquista de Siberia por Yermak"
Vasily Surikov , “La conquista de Siberia por Yermak” (detalle)

Aunque resistían, los cosacos ya habían tenido muchas bajas, principalmente por enfermedades, y se estaban quedando sin municiones. Por otro lado, el camino de retirada a través de los Urales antes del inicio del invierno era un suicidio. Si iban a sobrevivir otro invierno, necesitaban un campamento permanente y provisiones. Yermak decidió arriesgarlo todo y conquistar Sibir. Esta vez los tártaros no retrocedieron.

Los cosacos estaban exhaustos y tenían muchos heridos. Pero para ellos, la derrota significaba una muerte segura. Finalmente, las tribus siberianas fueron las primeras en retroceder. No querían morir defendiendo los intereses de sus amos tártaros. Abandonados por sus aliados, los tártaros no pudieron resistir mucho más y claudicaron.

Kalmyks
Persecución y puesta en fuga de los hombres de Khan Kuchum por Kalmyks

Tras la batalla, los cosacos ocuparon Sibir sin encontrar más resistencia. En este conjunto de chozas de barro y casas de madera rodeadas por una empalizada encontraron un rico botín de joyas, provisiones y, sobre todo, pieles; después de todo, era la capital de Siberia. Los cosacos, pues, habían conquistado Siberia, y pronto aparecieron los primeros jefes de las tribus siberianas para pagar tributo a los nuevos amos. Mayormente en pieles de marta, zorro de las nieves, armiño y marta cibelina. Sin embargo, los conquistadores se encontraban en una situación extremadamente precaria. En la última batalla habían perdido más de cien hombres; no tenían pólvora ni plomo, y los tártaros de Kuchum seguían controlado las zonas agrícolas y reorganizándose. Por lo tanto, Yermak envió a su adjunto Ivan Kolzo a Perm para buscar aliados que les dieran refuerzos.

Yermak, príncipe de Siberia

Kolzo logró atravesar las líneas enemigas con un pequeño grupo y, después de interminables dificultades, llegó a Perm. Pero algo había cambiado. Las tribus siberianas habían invadido el territorio ruso como represalia por orden de Kuchum y se habían hecho fuertes allí. Iván temía que las conquistas ordenadas por los Stroganov resultaran en una guerra abierta en las fronteras orientales. Como era de esperar, los Stronanov se lavaron las manos y culparon a los cosacos de la invasión de tierras del zar.

Así que enviaron a Kolzo a Moscú para poner su cabeza a los pies del Zar. Sin embargo, cuando Kolzo informó al Zar que Kuchum, el temido Khan de Siberia, había sido derrotado por unos cientos de cosacos, y luego puso a los pies del zar miles de pieles valiosas tomadas en Sibir, su estado de ánimo cambió rápidamente. Perdonó a los cosacos y le dio a Kolzo trescientos hombres de refuerzo, provisiones y municiones, además de una armadura dorada para Yermak, que fue proclamado príncipe de Siberia.

Mensajeros de Yermak frente a Iván el Terrible; por Stanisław Jakub Rostworowski
Mensajeros de Yermak frente a Iván el Terrible; por Stanisław Jakub Rostworowski

El duro principado de Siberia

Pero la llegada de refuerzos fue solo un breve respiro. Los escuadrones cosacos solían sufrir duras emboscadas mientras recogían tributos cayendo poco a poco. Ivan Kolzo, quien se suponía que debía acudir en ayuda de una tribu aliada con 40 cosacos, fue asesinado por ellos mismos, engañado. En invierno, la fiebre y el escorbuto redujeron todavía más sus filas. Todo esto hizo que Yermak no pudiera establecer un control total sobre la región.

A finales de diciembre de 1582, los hombres de Kuchum aumentaban la frecuencia de sus incursiones y un líder tártaro llamado Karacha solicitó tropas de apoyo. Yermak, aunque desconfiaba, envió a su amigo Kolzo junto a un escuadrón cosaco. Pero las sospechas del “Pizarro” ruso se confirmaro… Kolzo y todos los cosacos fueron masacrados en una trampa.

Finalmente, el propio Yermak decidió emprender una campaña de castigo contra Karacha pero las tribus siberianas, a sabiendas de las derrotas que estaba sufriendo se rebelaron antes de que iniciase nada. Pronto, la capital de Siberia estaba sitiada por sus antes aliados.

Tras 3 meses de asedio, la noche del 12 de junio de 1584, los cosacos con Yermak al frente salieron ocultos por la neblina y atravesaron la línea del sitio matando a gran número de soldados enemigos, levantando el sitio, recuperando gran cantidad de provisiones y haciendo que Karacha retirase sus ejércitos ante el temor de caer derrotado. Pero esas no eran las órdenes de Khan Kuchum y Karacha fue castigado con el asesinato de sus dos hijos. Tras esto, envió de nuevo a sus soldados a una carga suicida contra las murallas de Sibir, siendo de nuevo derrotados y poniendo a los supervivientes en fuga; uno de ellos su líder Karacha.

Yermak Timofeyevich en batalla con los tártaros de Kuchum Khan
Yermak Timofeyevich rompiendo las líneas del sitio de Sibir

Yermak pasó a la ofensiva. Recuperó varias posiciones y sometió de nuevo a la mayoría de tribus siberianas bajo la soberanía del zar. A partir de entonces él mismo se encargó de cobrar los impuestos y de comandar las expediciones de cosacos por los territorios siberianos.

La muerte del Príncipe de Siberia

Aunque no se sabe exactamente como murió, pues existen numerosos relatos, la historia más extendida es la de su partida hacia un puerto fluvial en el Irtysh para liberar a unos comerciantes asiáticos retenidos por las tropas de Kuchum.

A sabiendas de las estrategias cosacas de vadear los ríos, los tártaros fueron siguiendo las embarcaciones sigilosamente por la orilla, hasta que en medio de una tormenta nocturna, penetraron en las aguas y asaltaron las embarcaciones produciéndose una matanza. Cuenta la leyenda que después de luchar y matar a decenas de enemigos, Yermak, herido en el brazo, se las arregló para abrirse paso entre la marabunta de espadazos hasta el Irtysh, ya que su armadura retuvo flechas y golpes de espada; pero cuando trató de nadar a la otra orilla, la propia armadura de oro que le había regalado el zar lo arrastró hacia el fondo y se ahogó.

Después de su muerte, los últimos cosacos evacuaron Sibir y emprendieron el largo viaje de regreso a casa. Pero la conquista de Siberia ya no podía detenerse. El zar siguió enviando nuevos contingentes a través de los Urales. Así nació la fortaleza de Tobolsk, que se construyó cerca de Sibir.

Yermak
Ilustración de la “Breve crónica siberiana (Kungur)” con lo que parece la muerte de Yermak

Nada se sabe del futuro destino de los mercenarios extranjeros, esos europeos que sirvieron para luego (supuestamente) ser liberados. Algunos de los pocos sobrevivientes terminaron dedicándose a la compra-venta de pieles en Moscú y luego regresado al servicio militar, otros tal vez se establecieron con los cosacos en Tobolsk como recaudadores de impuestos y comerciantes de pieles.

Fuentes utilizadas:
Before Boas: The Genesis of Ethnography and Ethnology in the German Enlightenment (Han F. Vermeulen)The Czar: Ivan Vassilivitch, the Terrible, in Three Volumes, Volumen 2 (Edward Smallwood) Kungur Chronicle

Stravos H.A.

Historiador especializado en Historia Militar eslava.
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