Okuda Hiroko, la creadora del ritmo Sleng Teng que revolucionó el reggae

Cultura Música

El Sleng Teng, también conocido como Monster Riddim, provocó una revolución digital en la música reggae a mediados de los años 80. Su nacimiento se debe a un teclado electrónico de Casio y a una desarrolladora recién graduada. Okuda Hiroko habla públicamente de su contribución al Sleng Teng por primera vez.

El Sleng Teng, un ritmo que salió del generador de tonos del Casiotone

Se dice que el tema Under Mi Sleng Teng de Wayne Smith revolucionó el mundo del reggae. El cantante jamaicano lo compuso junto a su amigo Noel Davy con un teclado electrónico Casio. Enmarcada en una variante del reggae llamada dancehall, la pieza se convirtió en un superventas en 1985 y su ritmo agradable y pegajoso se popularizó por todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos.

El ritmo del reggae (riddim, version u oke), basado en la percusión y el bajo, crea una suerte de “latido” a base de repetirse durante toda la canción. También es característico del género que varios artistas lancen canciones con el mismo riddim. Hay un riddim que se bautizó como Sleng Teng por el título de la primera canción que lo usó y que dio lugar a un total de 450 temas. Se lo conoce también como Monster Riddim porque desencadenó una revolución digital en el universo del reggae y provocó el auge del dancehall.

Hoy en día, más de 35 años tras su nacimiento, la creación del Sleng Teng se atribuye a Wayne Smith y a la discográfica que lanzó su disco, Jammys. Sin embargo, su origen se halla en un patrón de ritmo que llevaba incorporado el teclado Casiotone MT-40, que salió al mercado en 1981. Smith y Davy compusieron su canción sobre la base de aquel generador de tonos predeterminado.

El Casiotone MT-40 salió a la venta por 35.000 yenes. En la foto, el ejemplar particular de Okuda Hiroko.
El Casiotone MT-40 salió a la venta por 35.000 yenes. En la foto, el ejemplar particular de Okuda Hiroko.

En resumidas cuentas, fue la empresa Casio, popular por sus calculadoras, quien cambió la escena musical mundial. Para más inri, la persona que compuso el patrón de ritmo del Casiotone que más tarde daría lugar al Sleng Teng fue una joven desarrolladora que no llevaba ni un año trabajando en la empresa.

Aunque este dato se ha ido transmitiendo como una leyenda entre melómanos, nunca se había difundido el perfil de la creadora ni se había publicado una entrevista mostrando su rostro. Cuarenta años después de que el MT-40 se lanzara al mercado, la desarrolladora Okuda Hiroko sale del anonimato para contarnos su historia.

Okuda tocando un piano electrónico Casio.
Okuda tocando un piano electrónico Casio.

Los patrones de ritmo del MT-40, a cargo de una empleada novata

Casio, que lideró la “guerra de las calculadoras” de los setenta sacando la primera calculadora personal del mundo, Casio Mini, en 1972 y la primera calculadora del tamaño de una tarjeta de visita, Casio Mini Card, en 1978, lanzó al mercado el teclado electrónico con altavoz incorporado Casiotone 201 en enero de 1980. La empresa entró en el sector de los instrumentos musicales por la puerta grande. Okuda empezó a trabajar en la empresa tres meses más tarde y, justo después de terminar el cursillo para nuevos empleados, le encargaron la elaboración del generador de tonos predeterminados del MT-40.

El Casiotone 201, primer instrumento electrónico de Casio, se exhibe en la sala de exposición de la sede central de la empresa. Este modelo permitía reproducir el sonido de 29 tipos de instrumentos.
El Casiotone 201, primer instrumento electrónico de Casio, se exhibe en la sala de exposición de la sede central de la empresa. Este modelo permitía reproducir el sonido de 29 tipos de instrumentos.

En aquel momento en Casio estaban desarrollando un producto con funciones de reproducción automática y decidieron lanzar un teclado pequeño con varios patrones de ritmo predeterminados como producto “puente” antes de comercializar el modelo final. “En el departamento de desarrollo solo éramos cuatro recién graduados de universidades de música y yo era la única experta en música popular”, recuerda Okuda.

Por aquel entonces no existía ni la especificación MIDI y ni un entorno para crear música digital como el de hoy en día. Convirtieron las partituras en código de programación, lo metieron en un dispositivo de ROM y así pudieron escuchar el primer patrón de ritmo que habían introducido. Como era un proceso trabajoso que tomaba mucho tiempo, no resultaba viable encargárselo a compositores externos a la empresa.

La entrevista se llevó a cabo en la sede central de Casio, pero Okuda trabaja en el Centro de I+D de Hamura (Tokio).
La entrevista se llevó a cabo en la sede central de Casio, pero Okuda trabaja en el Centro de I+D de Hamura (Tokio).

La devoción por el reggae en la universidad y el encuentro con Casio

Okuda estudió piano de niña, pero en la secundaria descubrió el rock británico, que estaba en su apogeo, y más tarde se fue aficionando al reggae. “Se dice que el reggae está en las raíces del hip hop, el rap o la música de DJ, pero también ejerció una gran influencia en el rock británico. Lo que más me atrajo fue esa forma ligera de cantar unas letras que encierran un mensaje profundo”, explica.

Tras graduarse del bachillerato musical, ingresó en la Universidad de Música de Kunitachi. En lugar de prepararse para ser intérprete, se especializó en teoría musical, que es la base de toda la música, y estudió materias como historia de la música, sociología de la música y harmonía, el fundamento de la composición musical. Con todo, su objeto de investigación era el reggae. En una época en que casi todos los alumnos de las universidades de música de Japón se especializaban en música clásica, Okuda era una estudiante muy particular. “El tema de mi tesis de fin de carrera fue el reggae. Como no había nadie que pudiera hacerme de tutor, obligué a un profesor de barroco a leer mi trabajo. Me dijo ‘Como texto, no le veo ningún problema’ y así logré graduarme”, cuenta entre risas.

En 1979, cuando estaba redactando su tesis de fin de carrera y escuchaba reggae a todas horas, Bob Marley hizo su primera y única visita a Japón. Okuda fue al lugar del concierto en repetidas ocasiones y poco después vio que Casio había anunciado que, por primera vez, iba a contratar a recién graduados de universidades de música. La frase “Se buscan desarrolladores” le llamó la atención. El Casiotone —primer modelo de la serie, que todavía no había salido a la venta— que le mostraron en la entrevista de trabajo le pareció muy avanzado y vio un enorme potencial en los instrumentos electrónicos. Lo que acabó de convencerla para aceptar el puesto fue que Casio estaba desarrollando el producto con miras al mercado global.

Al mando del Departamento de Instrumentos estaba Kashio Toshio, el segundo de los cuatro hermanos que fundaron la empresa. Conocido como inventor de calculadoras y ducho en instrumentos musicales, acuñó el lema “Para que todos puedan disfrutar del placer de tocar un instrumento”. A Okuda, que había estudiado teoría musical, conocía bien la música occidental y albergaba un fuerte interés por el desarrollo de instrumentos, le pareció un trabajo a su medida.

Okuda al medio año escaso de entrar a trabajar en Casio. Empezó a desarrollar el MT-40 de inmediato. (Imagen cedida por la entrevistada)
Okuda al medio año escaso de entrar a trabajar en Casio. Empezó a desarrollar el MT-40 de inmediato. (Imagen cedida por la entrevistada)

La intención tras los ritmos creados y las anécdotas secretas del desarrollo

Al poco de entrar a trabajar en Casio, Okuda empezó a participar en la elaboración del generador de tonos predeterminados. Creó una base de seis patrones de ritmo (rock, pop, samba, etc.) y tres tipos de acordes (mayor, menor y séptima) y añadió un par de fill para los cambios de melodía.

El Sleng Teng fue un ritmo que Okuda compuso para el rock. Según ella, el motivo por el que se puso tan de moda en el reggae fue el siguiente: “En aquella época yo respiraba reggae. Creo que, a pesar de que lo concebí como un ritmo de rock, me salió algo compatible con el reggae sin buscarlo”.

Los dispositivos del momento presentaban muchas limitaciones en cuanto a funciones y sonidos: el generador de tonos predeterminados solo llevaba percusión y bajo, y la longitud máxima eran dos compases. Como era difícil introducir cambios en la percusión, todo se reducía a generar variedad con el bajo.

Controles del generador de tonos predeterminados. Costó mucho diseñarlo porque el número de interruptores era muy limitado. Noel Davy cuenta que, cuando componían canción, hubo un momento en que “perdieron de vista el ritmo”, seguramente por lo complicado que era manejar los controles.
Controles del generador de tonos predeterminados. Costó mucho diseñarlo porque el número de interruptores era muy limitado. Noel Davy cuenta que, cuando componían canción, hubo un momento en que “perdieron de vista el ritmo”, seguramente por lo complicado que era manejar los controles.

Entre los melómanos se han difundido rumores como que el Sleng Teng se basó en Eddie Cochran o Sex Pistols, pero Okuda lo desmiente: “Como escuchaba mucho rock británico, es cierto que hubo canciones que me inspiraron, pero el ritmo que creé fue totalmente original”.

Aunque no compuso el ritmo con el reggae en mente, sí que procuró que fuera adecuado para introducirle el toasting. El toasting del reggae, que consiste en hablar o recitar sobre un ritmo, influyó mucho en el rap o la música de DJ. Okuda supone que, como lo simplificó para no embutir demasiados sonidos, se prestaba más a adaptaciones y a introducir los acordes típicos del reggae.

Enfrascada en su trabajo ante el auge del Sleng Teng

El negocio de los instrumentos de Casio avanzó con buena marcha desde su lanzamiento; cada producto nuevo que salía triunfaba en los mercados de todo el mundo. Okuda, que siempre tenía varios proyectos de desarrollo entre manos, fue alejándose del reggae porque “estaba muy ocupada”. Cuando el departamento comercial le informó de que el MT-40 estaba triunfando en Centro y Suramérica, ni siquiera imaginó que pudiera tener algo que ver con Jamaica.

Leyendo el número de agosto de 1986 de la revista Music Magazine, vio un artículo sobre el reggae con el subtítulo La explosión del Sleng Teng que decía “El ritmo del Casiotone no para de sonar”. Al verlo transcrito en letras como “pupupupu, pupupupu, pupupupu, pu-pu”, supo que el ritmo de rock que había compuesto arrasaba no solo en Jamaica, sino en la escena musical global.

Compró el disco de Under Mi Sleng Teng de inmediato y se quedó de piedra: “Era exactamente el ritmo del Casiotone. Me había hecho una idea de cómo sonaría, pero resultó que lo habían usado en toda la canción, desde la introducción hasta los fill”. Sin embargo, de alguna forma entendió que hubiera pasado: “Ese ritmo creado por mí, que escuché tanto reggae y hasta le dediqué mi tesis de final de carrera, lo habían encontrado personas de Jamaica que convivían con ese género musical y les había gustado. Y todo porque una empresa de exportación llamada Casio había empezado a desarrollar instrumentos musicales y le habían encargado una tarea de tanta responsabilidad a una recién graduada. Quizás no fue casualidad, sino algo que tenía que suceder”.

Okuda en la época en que supo del auge del Sleng Teng, en el Centro de I+D de Hamura, donde trabajaba. (Imagen cedida por la entrevistada)
Okuda en la época en que supo del auge del Sleng Teng, en el Centro de I+D de Hamura, donde trabajaba. (Imagen cedida por la entrevistada)

A pesar de que se supo que el ritmo compuesto por Okuda había desencadenado un éxito tan sonado, su trabajo en la empresa no se vio alterado para nada. Como indica el nombre de la firma, Casio Computer, la línea de negocio principal era el desarrollo de dispositivos electrónicos; el Departamento de Instrumentos no era más que un proyecto secundario. Aunque la patente fuera valorada y hubiera provocado una revolución en el mundo de la música y engendrado cultura, no se le dio importancia. Okuda se entregaba de tal modo a su trabajo de desarrollo que ni siquiera le quedaba tiempo para atender al fenómeno que había provocado. Se conformaba con el orgullo personal que sentía cada vez que leía algún artículo sobre el Sleng Teng.

Hubo quien opinó que hubiera tenido que reclamar derechos de autoría, pero para Okuda era más importante “que lo usaran cuantas más personas mejor para que el Casiotone se hiciera famoso”. Su deseo era facilitar el acceso a la música a personas de todo el mundo y permitirles grabar sus creaciones de forma sencilla. De vez en cuando todavía hay profesionales de la música que, al descubrir que la base original del Sleng Teng es el generador de tonos del MT-40, se molestan en solicitar a Casio la licencia de uso. La empresa solo les responde que lo utilicen libremente, pero que lo incluyan en los créditos. Okuda insiste en que solo desea contribuir al reggae para agradecerle lo que este aportó a su vida.

El miniteclado Casiotone SA-76 actual incorpora el MT-40 riddim y permite escuchar patrones de ritmo de rock. (Imagen cedida por Casio).
El miniteclado Casiotone SA-76 actual incorpora el MT-40 riddim y permite escuchar patrones de ritmo de rock. (Imagen cedida por Casio).

“Para que todos puedan disfrutar del placer de tocar un instrumento”

Actualmente Okuda invierte sus esfuerzos de desarrollo en el Music Tapestry, una tecnología que analiza la dinámica de los instrumentos y la melodía para crear un dibujo mientras se reproduce la música. Es un invento para que incluso aquellos que nunca han tocado el piano jueguen con el teclado para ver qué dibujo saldrá y disfruten de la música. Okuda sigue comulgando con la filosofía del fundador de la empresa: “Para que todos puedan disfrutar del placer de tocar un instrumento”.

“El hecho de que el ritmo del MT-40 se haya difundido por todo el mundo y que siga gustando me provoca una alegría comparable a la de haber traído un hijo al mundo. El primogénito me salió tan bien que no he podido superarlo. Sin embargo, creo que los instrumentos electrónicos aún pueden hacer mucho por los músicos”, afirma.

Parece ser que Okuda aún seguirá perseverando en su camino como desarrolladora para seguir contribuyendo a la cultura de la música.

Obra de arte que resultó de una demostración de Music Tapestry. En la cuenta oficial de Instagram de Casio pueden admirar una amplia variedad de obras de este tipo. (Imagen cedida por Casio)
Obra de arte que resultó de una demostración de Music Tapestry. En la cuenta oficial de Instagram de Casio pueden admirar una amplia variedad de obras de este tipo. (Imagen cedida por Casio)

Fotografías y vídeos: editorial de Nippon.com.

(Traducido al español del original en japonés.)

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