Festival 42

Richard Morgan: "La ciencia ficción ha ganado"

El autor de 'Carbono modificado' habla de la onmipresencia de la ficción especulativa y su capacidad para abordar la realidad

Barcelona 06/11/2021 Icult Retrato a Richard Morgan, escritor. AUTOR: JORDI OTIX

Barcelona 06/11/2021 Icult Retrato a Richard Morgan, escritor. AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix

Ernest Alós

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Que el género (literario) es fluido lo tiene muy claro Richard Morgan, que tanto sintetiza novela de detectives con ciencia ficción ciberpunk, detectivesca y anticapitalista en 'Carbono modificado' (2003) y sus secuelas, o 'Leyes de mercado' (2006), como escribe series de fantasía épica ('Tierra de héroes', 2008-2014). Aunque mientras los creadores hibriden más y más, la industria editorial esté obsesionada más que nunca por las etiquetas para alimentar los algoritmos de recomendación. Ni tampoco, cree, un autor del género especulativo que sea se encuentre ya a la defensiva. "La ciencia ficción ha ganado", proclama Morgan, en Barcelona para participar en el Festival 42. "Cuando un crítico literario del 'New York Times' de vez en cuando aún habla con displicencia de la ciencia ficción, no se da cuenta de que es como un soldado japonés emboscado en una isla del Pacífico 20 años después sin darse cuenta de que la guerra ha acabado, y ha perdido", añade con cierto ánimo vengativo.

"Después de tantos años, ahora me lo estoy pasando pipa. La ciencia ficción ahora es todo. Cuando alguien aún se lamenta de que el género debe recibir respeto, le pregunto si ha ido al cine o ha jugado a un videojuego últimamente -dice Morgan-. Dentro de la ficción literaria también están escribiendo ciencia ficción. A veces mal, a veces no han entendido cómo hacerlo, pero da igual. Un montón de escritores literarios están escribiendo ciencia ficción porque es la manera de describir el mundo que estamos viviendo, porque estamos en un mundo de ciencia ficción. Autores como Margaret Atwood han entendido que la ciencia ficción es la mejor herramienta para describir la experiencia humana hoy".

Cuando la realidad cambia a tal velocidad, el realismo no parece la mejor manera de tratarla. "Cuando lees esa solapa de un libro literario sobre Robert, que es profesor de universidad con problemas porque su mujer le va a dejar, eso no es hablar de la condición humana, del futuro de los humanos como especie, eso es mirarte el culo. La ciencia ficción es un vehículo para explorar alternativas sobre a dónde vamos, cómo somos los humanos, cómo nos afectará la inteligencia artificial, cómo funciona la mente humana, cómo nos condiciona la genética..."

Por lo menos la ciencia ficción menos escapista, y la que plantea más especulación social que tecnológica, donde equivocarse es más fácil. Zuckerberg podría ser un villano de las siniestras corporaciones que controlan nuestro futuro en los libros de Morgan. "Es que el ciberpunk tenía razón y sabía lo que estaba pasando cuando en los 80 avisaba de eso, pero no acertó en los coches voladores. La función de la ciencia ficción es hacer sonar alarmas de lo que puede suceder, aunque no sirva para nada, porque es en eso justo en lo que estamos".

En 'Altered carbon' (y sus secuelas 'Ángeles rotos' y 'Furias desatadas', que se publicará en España a finales de año), la conciencia se encapsula, implanta y transmite, y el cuerpo humano pasa a ser un objeto desechable. Y con los de los pobres pasa lo que las leyes del mercado y la truculencia humana permite sospechar. Una versión extrema del mecanismo de alineación de Marx, digamos. "Para mí eso era una metáfora de cómo la sociedad está dispuesta a considerar la gente de carne y hueso como un recurso consumible".

Bueno, dice, las fronteras de géneros se rompen pero no solo la industria sigue buscando encasillar los géneros mientras la producción literaria se escapa de cualquier frontera. "En este sentido somos bastante autistas. Hay lectores que dicen que solo leen ciencia ficción dura y califican lo que no lo sea de fantasía: es una cuestión de jerarquía, de prestigio. Pero también vivimos en una época en que todo el mundo se obsesiona por clasificar todo en pequeñas cajas; pasa con la política de identidad, ese concepto de 'stay in your line', que no puedes hablar de la experiencia de otro, una obsesión por limitar y cerrar que justo es lo contrario de lo que es la ficción".

El contrato

El Richard Morgan fantásticoedece más bien a una casualidad editorial. Un buen ejemplo de cómo funciona el negocio. "Yo creí leyendo tanto ciencia ficción como fantasía, como los libros d obe Michael Moorcock, que escribía de todo, así que para mí no fue un cambio muy grande. De naves espaciales y pistolas láser a espadas y magia seguía siendo un terreno conocido. Decían que 'La guerra de las galaxias' era fantasía, no ciencia ficción, y no dejaban de tener razón. Bueno, cuando tienes éxito, y entonces se esperaba que Warner hiciese una película con 'Carbono alterado', y te piden que pruebes cosas nuevas y te dicen que sí a lo que sea: enseñé a mí editor tres esbozos de personajes que podían situarse en un mundo de fantasía, solo 10.000 palabras, me preguntó cuántos libros saldrían de allí y le dije: '¿Uno, no?'. Me miró como si fuese una escena de 'Uno de los nuestros', movió la cabeza y repitió: '¿Tch, tch, tch. ¿Cuántos-libros-Richard?' '¿Tres?', respondí. 'Espléndido, firma aquí'. Y ya tenía un contrato para escribir una trilogía de fantasía".

Y el Brexit, un "apocalipsis en cámara lenta"

"A los que votaron por el Brexit, solo les deseo lo peor, que se jodan". Si quieren sacar de las casillas a Morgan, que vivió varios años en Madrid y Málaga y habla un español fluido, pregúntenle sobre esto. "Yo tenía unos derechos como ciudadano europeo y mi hijo los tenía. Y ahora me los han quitado. Eso no lo puedo perdonar. SIento rabia, y veo que me durará toda la vida, no hay manera de volver porque no nos admitirán ya en las condiciones excepcionales que teníamos, y además ya no somos de fiar, porque no cumplimos lo que firmamos. Y todo para arruinar la economía, en un apocalipsis en cámara lenta. Ahora se quejan de que no pueden vender su pescado. ¿Para qué quieres tu pescado y tu marisco si los británicos no lo comen? Y los empresarios dicen que necesitan visas para conductores de camiones o recoger la fruta... ¡Pero si eso ya lo tenías!". Morgan siente vergüenza escuchando a unos políticos "que parecen niños de primaria en plena rabieta". Y lo remata lanzando un enérgico corte de mangas

Un escritor contento con la adaptación a TV

Aunque 'Altered carbon' no alcanzó las expectativas que quizá tenía Netflix con ella, Morgan está más que contento con la adaptación televisiva de su novela. Es lo que tiene que la productora fuese una fan del libro, que involucró hasta el cuello al autor en la producción y los guiones. "Aunque cambiara cosas, algunas para mejor, el espíritu del libro estaba en la primera temporada", se felicita, aunque en la segunda temporada siguiera otros derrote