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Los garajes no están listos para la revolución del coche eléctrico y adaptarlos costará miles de millones

El sueño de una movilidad silenciosa, eficiente y libre de emisiones nocivas para la salud de la ciudadanía y el medioambiente, estáa lleno de retos aún por resolver. A medida que aumentan las ventas del coche eléctrico, crecen las instalaciones de cargadores particulares. Pero esto es sólo el principio de lo que está por llegar.

Según un estudio de Atlas Public Policy, solamente en los Estados Unidos de América serán necesarios 26 millones de nuevos puntos de carga repartidos entre hogares, garajes comunitarios y otras ubicaciones residenciales en la próxima década.

Todo esto será inevitable si la industria automotriz se transformara por completo al coche eléctrico en 2035.

El reto

La necesidad de un acceso consistente a la carga en todo país que desarrolle la movilidad cero emisiones es esencial para permitir la adopción generalizada de vehículos eléctricos.

Sin embargo, las inversiones en infraestructura de carga pública se han convertido en una brecha crítica, ya que los ingresos directos de la prestación de estos servicios a menudo no cubren los costos de instalación y operación del equipo.

Fuente: Atlas Public Policy

El análisis del Atlas se evidencia la cantidad económica necesaria para financiar completamente la infraestructura de tarificación pública.

El estudio también incide en la necesidad de instalar alrededor de 495.000 puntos de carga públicos y en lugares de trabajo, un hallazgo similar a los 500.000 cargadores de vehículos eléctricos solicitados por el American Jobs Plan.

El coste

El informe de la firma de políticas y tecnología con sede en Washington DC, demuestra que para conseguir llegar al 100% de ventas de coches eléctricos de pasajeros para 2035, se necesitarán más de 87.000 millones de dólares en inversiones en infraestructura de carga, durante la próxima década, incluidos 39.000 millones de dólares para la carga pública.

Los pioneros del coche eléctrico sufrían de la temida ansiedad por la autonomía, pero esta tendencia ahora parece haberse invertido en pos de una búsqueda por alternativas de carga entre uso y uso de sus automóviles.

Pero la verdadera clave del uso del coche eléctrico pasa por la recarga doméstica, es decir, cuando el usuario llega a su domicilio y estaciona su coche eléctrico hasta el día siguiente.

Este tiempo de aparcamiento representa la solución perfecta para recargar la batería y tener un vehículo listo al día siguiente con plena autonomía para nuestras necesidades. El problema viene a la hora de instalar el punto de carga y cuando esto lo hagan no sólo los actuales pioneros sino toda la población.

El coste de instalar un punto de carga individual en nuestra plaza de garaje comunitario o privada, que puede oscilar entre los 1.000 y 2.000 euros de media.

La inversión calculada por el estudio para la carga a domicilio es casi tan elevado como el de las previsiones de inversión para dotar a los Estados Unidos, de una red de carga de baterías de los coches eléctricos pública que garantice la movilidad 100% eléctrica.

Fuente | Atlas Public Policy

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