martes, 25 de marzo de 2014

Cuando uno sueña con una casa




A quien no le ha pasado soñar con cosas increíbles para la casa propia, por no decir soñar con la casa propia.

En particular a mi me sucede y mucho. Pero claro que si realmente pondría todo lo que veo que me gusta tendría no solo una casa de lo más ecléctica, también debería tener espacio de Versalles para poder meter todo.

Pero hoy en particular encontré una piscina que me dejo encantada. No se si es muy limpia, aunque debe ser un poco más que las comunes (o eso de me ocurre). Lo que estoy segura es que me ahorraría el problema cuando mis amigas vienen con sus respectivos hijos y no dejan de preguntar si esta todo preparado para ellos.

-Qué si que te vengas, que pongo el piso en la piscina y listo el pollo.


Pero claro que si es por eso no pararía ahí. Hay montones de ideas creadas (y otras tantas por inventar) que me hacen desear comprar media patagonia para poder poner todo. 

Aquí un poquito de mi locura:


En la mesa con hamacas.
Trabajar sin dejar de tener las patitas en la arena.
Todas mis hierbas aromáticas, al lado de la mesada.
Biblioteca con escalera incorporada.
Una red para echarme, donde sea.
La bodega a la vista.
Has visto un poco de mi casa de sueños ¿Cómo es la tuya?



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