George Orwell se quedó corto

Enviado por Fabio el 2023-12-18 21:06:00 | Host: jotdown.es

Hay un terreno en el que todos sabemos que los presagios de George Orwell se han cumplido con creces: el de la invasión de la vida privada. En 1984 nunca falta una pantalla que vigila. Nada —o casi nada— puede ser ocultado a la mirada del Big Brother. Es un aspecto de la novela sobre el que han corrido ríos de tinta, por lo que apenas vale la pena referirse a él. Hoy, con la ubicuidad de las cámaras de vigilancia y las técnicas de reconocimiento facial, vivimos en un universo que cada día es más orwelliano. Las cámaras y pantallas que nos rodean no emiten mensajes autoritarios como las de 1984, pero da igual: desde el momento en que están ahí, nos tienen a su merced. Nadie lo ignora, pero estamos abandonando nuestra privacidad al azar de los avances tecnológicos —tan beneficiosos en muchos campos, huelga decirlo—, como la rana que, sin reparar en el aumento progresivo de la temperatura del agua, se deja hervir sin darse cuenta.

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