Ocurrió en la final del Rally, ayer en Campo Viera. Mauricio Sainz, navegante de Sebastian Llamosas, piloto de Apóstoles es el de la peligrosa maniobra. Se rompió el acelerador del vehículo y aceleró con la mano unos 800 metros, desde el final del especial 2 hasta el parque de asistencia.
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