¿De qué hablaban los actores en las películas mudas?

Al ver una película muda, ¿nunca se han preguntado qué estarían diciendo los actores cuando hablaban entre ellos? Obviamente, si uno está metido dentro del film, presupone que dicen lo que señalan los rótulos de diálogo o algo relacionado con la trama, pero en la vida real podían estar diciendo cualquier cosa.

Siempre he pensado que sería sumamente interesante poder escuchar todos los sonidos que tenían lugar mientras se filmaban esas películas mudas, ya que en la era silente los rodajes eran lugares bulliciosos y caóticos. Escucharíamos a directores dando indicaciones a gritos por un megáfono mientras los actores interpretaban sus escenas, seguramente a técnicos montando al lado otro decorado para la escena siguiente y, en el caso de las producciones más cuidadas, músicos interpretando en vivo alguna pieza para dar ambiente. No es de extrañar pues que cineastas como Josef von Sternberg hicieran peticiones como la que vemos en la imagen de arriba para poner un poco de orden en los platós. Pero en todo caso lo sí se puede saber es lo que decían los actores realmente, puesto que una parte del público podía leer sus labios mientras hablaban. Y aunque puede parecer algo anecdótico, en su momento fue algo que en ocasiones provocó polémicas.

De entrada hay que decir que en la mayoría de películas mudas los actores solían recitar diálogos realmente acordes con sus escenas por una cuestión de pura comodidad, ya que era más fácil meterse en el personaje de esa forma. Sí que es cierto que en el caso de los numerosos intérpretes que actuaban en países extranjeros, éstos solían recitar sus líneas en su lengua materna porque les salía de forma más natural, pero eso era excusable.

En todo caso, los había que al hacer sus escenas soltaban cualquier cosa, con especial predilección por las obscenidades, y eso hizo que en su época muchos espectadores que sabían leer los labios pusieran quejas porque los actores no estaban diciendo lo que deberían de acuerdo con sus personajes. Así lo documenta Kevin Brownlow en su imprescindible obra The Parade’s Gone By:

«Cambiar los rótulos de una película no era tan fácil como parece. Muchos miembros de la audiencia se aficionaron a leer los labios. Podían saber si los rótulos tenían alguna relación con lo que había dicho el personajes. Los montadores normalmente cortaban cuando el personaje empezaba a hablar y volvían a la escena cuando había acabado. Pero a veces eso no era práctico.

‘En un esfuerzo por ser divertidos’ escribía Louise Brooks, ‘actores y directores veteranos difundieron el falso rumor de que se podía decir cualquier payasada que te viniera a la cabeza delante de la cámara en las películas mudas (…) Los fans del cine mudo eran excelentes lectores de labios y a menudo se quejaban por ejemplo sobre el vaquero que usaba palabras malsonantes cuando intentaba montar sobre su caballo’.

Leer los labios se convirtió en algo obligatorio para disfrutar del todo de películas como El precio de la gloria, Beau Geste, Old Ironsides y Sadie Thompson. El lenguaje de los intérpretes, especialmente McLaglen y Beery, era demasiado fuerte para los rótulos.«

El caso más célebre es precisamente uno de los que menciona Brownlow, el de la película bélica de Raoul Walsh El Precio de la Gloria (1926). El film era una adaptación de una célebre obra teatral de Maxwell Anderson y Laurence Stalling que había sido objeto de polémica no solo por mostrar la faceta más sucia y desencantada de la guerra, sino por su lenguaje brutalmente explícito para la época. Obviamente los rótulos de la película estaba previsto que mostrarían diálogos más suavizados para evitar controversias, pero durante el rodaje los dos actores protagonistas, Edmund Lowe y Victor McLaglen habían soltado las mismas obscenidades que había en la obra original.

Así lo rememora Walsh en una entrevista décadas después:

«El único problema vino de la gente que sabía leer los labios. Era una película muda. Victor McLaglen le decía a Edmund Lowe ‘Tú, gordo hijo de puta’ pero el rótulo decía ‘¿Cómo estás hoy?’. Bueno, los espectadores que podían leer los labios se dieron cuenta y hubo un gran escándalo sobre eso. Pero el resultado es que todo el mundo volvía a ver la película para ver si podían leer los labios, y eso ayudó a hacer que fuera uno de los mayores éxitos que nunca tuvo la Fox«.

En su autobiografía también alude a ese hecho: «Un profesional capaz de leer los labios aseguró que el lenguaje de Flagg y Quirt era excesivamente procaz, tan grosero que asustaba. Otros, que también sabían hacerlo, les apoyaron y mucha gente que ya había visto la película volvió para comprobar si era cierto. El rumor se extendió tanto que dejó de resultar insólito el escuchar a alguien en Broadway decir: ‘¡Vayamos al Roxy a contemplar cómo el capitán Flagg llama hijo de perra al sargento Quirt!’«.

Sin embargo, aunque éste es el caso más conocido, son numerosos los casos de películas mudas en que se colaban diálogos similares. Otro ejemplo es el drama Three Weeks (1924) de Alan Crosland, donde había una escena en que el protagonista llevaba a la chica, Aileen Pringle, en brazos hasta el dormitorio que se suponía que tenía que ser muy romántica. Pero los que sabían leer los labios se dieron cuenta de lo que ella estaba diciendo en ese momento tan tierno a su supuesto enamorado era «Si me dejas caer, bastardo, te romperé el cuello«.

No es de extrañar pues que la primera versión del código Hays redactada en 1927 ya tuviera en cuenta esa problemática al prohibir profanidades «by either title or lip» (es decir, tanto en los rótulos como dichas por los actores). Sería interesante que alguien se tomara la molestia de transcribir los diálogos reales de los actores en la pantalla, ¿no creen? Pero aunque he visto por internet algún proyecto al respecto de momento tendremos que ser nosotros mismos los que intentemos adivinar qué estaban diciendo realmente…. si es que queremos saberlo, claro.

4 comentarios en “¿De qué hablaban los actores en las películas mudas?

  1. […] ¿De qué hablaban los actores en las películas mudas?: “En todo caso, los había que al hacer sus escenas soltaban cualquier cosa, con especial predilección por las obscenidades, y eso hizo que en su época muchos espectadores que sabían leer los labios pusieran quejas porque los actores no estaban diciendo lo que deberían de acuerdo con sus personajes.” […]

  2. […] ¿De qué hablaron los actores en las películas mudas?: “De todos modos, había quienes, al hacer sus escenas, rompían todo, con una particular tendencia a ser despiadados, y eso hacía que muchos espectadores que podían leer sus labios se quejaran porque los actores no decían lo que debían decir. según sus signos. » […]

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